Los robos de algarrobas verdes obligan a los campesinos a avanzar la cosecha

Unió de Pagesos denuncia los continuos hurtos que, en las últimas semanas han sufrido varios productores, especialmente de algarroba y avellana. De hecho, según detalla el coordinador territorial en el Campde Tarragona de Unió de Pagesos, Pere Guinovart, estos robos están obligando a anticipar la cosecha. «Lo habitual es empezar a coger las algarrobas a finales de septiembre, porque hasta hace nada las algarrobas todavía están muy verdes, pero los robos están haciendo que los campesinos las cojan antes para no encontrarse los algarrobos vacíos», explica Guinovart.

Este incremento de robos se ha producido especialmente en los términos de Valls, la Masó y el Rourell en el Alt Camp, pero también en el Catllar, Ferran, la Riera de Gaià y Tamarit en el Tarragonès, donde también se está incrementando el hurto de avellanas, según las quejas que ha registrado al sindicato. Por estos motivos, Unió de Pagesos continúa con el llamamiento para reforzar el control y la vigilancia a las zonas de cultivo afectadas, con el objetivo de detener estos robos. De hecho, la petición ya se formuló antes de la temporada de cosechas en las reuniones que el sindicato mantuvo con la Delegación del Govern a Tarragona, el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación y con el jefe territorial de los Mossos d'Esquadra. Y es que aunque «se ha intensificado el control por parte de los Mossos d'Esquadra, todavía resulta insuficiente porque los robos se siguen sucediendo», lamenta Guinovart, quién remarca que «el principal problema está en los compradores».

«Se están vendiendo los productos de alimentación sin trazabilidad, los compradores saben que son algarrobas robadas, pero deciden comprarlas igualmente», denuncia el coordinador del sindicato en el Campde Tarragona, quién reclama que «se intensifiquen las inspecciones por parte del Departamento para poder pillar aquellos que compran las algarrobas robadas».

Doblan el precio en cinco años

El principal motivo de estos hurtos, según denuncia Pere Guinovart, sería el aumento del precio de la algarroba que en cinco años ha aumentado el doble. «Hemos pasado de 0,25 a 0,58 en cinco años», detalla Guinovart, quien señala que «muchos algarrobos quedaron abandonados hace unos años y algunas personas tienen permisos para coger las algarrobas de estos campos abandonados», pero denuncia que «cuando ven que al lado hay más algarrobos, todavía saben que son de una finca privada y que no está abandonada, también aprovechan para recoger las de allí».

El precio de la algarroba ha ido en aumento desde hace cinco años y con él, también han ido creciendo los robos. Por este motivo, en la Pobla de Montornès unos cuantos campesinos empezaron a patrullar de manera autónoma por los campos de este municipio y de la Nou de Gaià. «Hace tres o cuatro años que empezamos a hacer la vigilancia, primero éramos cuatro o cinco y ahora ya somos unos 18», apunta Jordi Fortuny, a uno de los campesinos que vigila. «Tenemos un grupo de WhatsApp por donde compartimos fotografías de las personas que están robando en una finca, hacemos foto del coche y de la matrícula», explica Fortuny, quién añade que «también la pasamos a nuestros comerciantes para que de esta manera, cuando vean llegar aquel vehículo, no compren sus algarrobas robadas».

De esta manera, este grupo de agricultores de la Pobla de Montornès y la Nou de Gaià consiguen disuadir a los ladrones, ya que «cuando ven que les hacemos las fotografías, ya no vuelven, como mínimo, hasta el próximo año», y también consiguen que los comerciantes no compren las algarrobas robadas, aunque «eso no lo conseguimos siempre, porque alguno se nos escapa». Fortuny también detalla que «durante los primeros años que hacíamos esta vigilancia sí que llamábamos a los Mossos d'Esquadra que venían y hacían que los ladrones nos devolvieran las algarrobas, pero no servía ir a poner una denuncia porque, mientras la poníamos, nos robaban las algarrobas de algún otro campo».