Encuentran en el Barranc de la Boella restos de hienas y jaguares de hace un millón de años
Los trabajos de la 13a campaña se han centrado en recuperar herramientas y restos esqueléticos de animales de hace entre un millón y 800.000 años de antigüedad
La 13.ª campaña de excavación arqueológica que lleva a cabo el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) en el Barranc de la Boella en la Canonja finaliza este miércoles después de casi un mes de trabajos. Los arqueólogos se han centrado en continuar la intervención de los estratos que contienen restos esqueléticos de animales y herramientas de piedra prehistóricas contemporáneas a las primeras ocupaciones humanas de Euroasia, entre hace un millón y 800.000 años.
Los conjuntos arqueológicos y las investigaciones paleoecológicas llevadas a cabo en la Canonja son muy relevantes para poder explicar las primeras ocupaciones humanas de este continente. El yacimiento de la Boella constituye un lugar clave para explicar las primeras dispersiones humanas fuera del continente africano.
Durante las tareas de esta campaña se ha explorado la superficie de los niveles arqueológicos más recientes de la unidad estratigráfica II fechada en el Pleistoceno Inferior final (entre un millón y 800.000 años). Estas superficies con restos arqueológicos del Paleolítico inferior fueron modeladas por el río Francolí y sus afluentes (rieras). Las especies animales identificadas son numerosas e ilustran paleoambientes en abundante agua dulce, como se observa en las zonas interiores de pantanales y albuferas típicas de la costa mediterránea. Se han documentado animales corredores de espacios abiertos (rinocerontes, caballos, cérvidos) y otros que necesitan gran cantidad de agua como los hipopótamos y mamuts. Este año también se han encontrado partes dentarias de carnívoros (jaguares) y restos fecales de carroñeros (hienas).
Las industrias de piedra cortada están elaboradas con sílex de mucha calidad y esquistos. Gracias a los hallazgos se está constituyendo una colección de herramientas y restos líticos de gran singularidad no sólo por su antigüedad (están consideradas como las más antiguas de Europa) sino también por su buena conservación. Uno de los aspectos más relevantes del conjunto de herramientas de piedra del Barranco de la Boella son la presencia de picos y fenedors, una especie de hachas de mano que son consideradas las más antiguas de Europa.
En la campaña han participado los miembros del IPHES y cerca de una veintena de estudiantes procedentes de diferentes universidades del Estado español. La emergencia sanitaria causada por la covid-19 ha provocado una reducción importante de su presencia con el fin de simplificar el seguimiento de la pandemia en el equipo de intervención arqueológica.