El arrastre de 43.000 árboles en el Francolí, principal causa de los daños de la riada

Caudales de hasta 1.200 m3/s

Durante la noche del día 22 de octubre de 2019, en la zona de los barrancos de Viern y Peguera, y de los ríos Milans y Sec, se registraron hasta 300 mm de lluvia. Al ser precipitaciones intensas, concentradas en un periodo breve de tiempo y caídas sobre la parte alta de la cuenca del Francolí, con fuertes pendientes del terreno, la crecida del caudal en los ríos y barrancos antes mencionados fue muy rápida, así como la subida de los niveles del agua.

Las estimaciones efectuadas por la UPC apuntan que en la zona del puente de la Palanca -l'Espluga de Francolí-, el caudal punta, provocado por retenciones del caudales en algún punto aguas arriba, podría haber llegado, en el momento máximo, hasta 1.200 m3/s. Según informa la ACA, se trata de un punto donde habitualmente el río lleva un caudal de entre 0,5 y 1 m3/s. Otros ríos de su cabecera , como el Milans también registraron caudales muy superiores a los habituales, con 351 m3/s a su paso por Vimbodí iPoblet -habitualmente el caudal no supera los 0,5 m3/s).

Según el estudio, sin embargo, es improbable que vuelva a pasar el mismo fenómeno en la misma zona a corto y medio plazo, ya que harían falta décadas para restituir el bosque que hace un año provocó los daños aguas abajo.

Medidas recomendadas

Una de las propuestas del estudio de la UPC, que serán valoradas por la ACA en el marco del nuevo Plan de gestión de los riesgos de inundación en Cataluña, es la colocación de estructuras en el cauce del río, consistentes en una base de hormigón enterrada con unas púas -simulando la forma de un peine-, para retener la vegetación. Según la ACA, esta medida ya se aplica en ríos torrenciales de alta montaña y evitaría en la cuenca del río Francolí el tapón en puentes sensibles a las poblaciones agua abajo, evitando importantes daños.

El estudio desvela que la venida del Francolí ensanchó de manera natural el cauce del río en algunos puntos, un hecho que no se había producido durante siglos. En este sentido, y como una medida estructural para adaptarse y mitigar fenómenos extremos, se propone ensanchar el cauce aguas arriba del puente principal de l'Espluga, aumentar la capacidad de desagüe del puente de Can Cisquet en la Riba y el de los ferrocarriles en Montblanc para poder asumir el transporte de vegetación, así como también derribar puentes inservibles y abandonados.

La investigación también plantea señalar con placas los niveles de agua alcanzados durante la riada en los sitios más significativos: Molins de Can Guasch i dels Frares yla Font Major enl'Espluga, el Raval de Santa Anna enMontblanc, y el puente de Cal Cisquet en La Riba, además de mantener las placas actuales del aguacero de 1994 en estos puntos.

Cerca de 50 actuaciones y 3,6 MEUR de inversión

A raíz de los daños provocados por la riada del pasado octubre, la ACA aprobó, por vía de emergencia, cerca de 50 actuaciones en la cuenca del río Francolí con una inversión de 3,6 MEUR, prácticamente finalizadas. Muchos de los trabajos llevados a cabo, más allá de restituir los daños en el cauce o a las infraestructuras de defensa existentes, han incluido tipologías más perdurables en el tiempo, con el objetivo de adaptarse mejor a fenómenos meteorológicos extremos futuros.