El toque de queda, «un golpe más» para los restauradores de Tarragona

La Asociación de Empresarios Hostelería de Tarragona (AEHT) asegura que el toque de queda y la limitación para servir pedidos a domicilio «es un golpe más» para los restauradores, ya en una situación muy delicada por el cierre decretado hace unos días por la Generalitat. El presidente del AEHT, Francesc Pintado, reconoce que confiaban en que con el toque de queda el Govern permitiera reabrir negocios y afirma que se sienten «engañados». «Si teníamos esperanzas es porque se lo habían trasladado en primera persona», indica en referencia con unas conversaciones con el conseller de Empresa, Ramon Tremosa. «Que no nos engañen, no pueden decir 'A' y después hacer 'B'», lanza. Por otra parte, el sector turístico ve cómo las primeras reservas para el año que viene no llegan.

Pintado recuerda que el pasado 14 de octubre se reunieron con el Govern y afirma que en el encuentro el ejecutivo los trasladó que «no descartaba rectificar» sobre el cierre de bares y restaurantes. «No puede ser que un conseller traslade una forma de ver las cosas y apueste por apoyar el sector y al final quede en nada», lamenta. Con todo, reconoce que a día de hoy no hay ningún nuevo encuentro sobre la mesa y expone que «se ha demostrado que los contagios en hostelería son 3,5 de cada 100».

La nueva normativa derivada del estado de alarma, que obliga acabar el reparto a domicilio a las diez de la noche y a bajar persiana antes, es una vez que no esperaban. «No hay ninguna sensibilidad ni apoyo al sector», valora. El presidente del AEHT añade que no han recibido «ninguna ayuda» de la Generalitat, y considera que la rebaja de los alquileres no es ningún apoyo de la administración. «No es una ayuda, es aumentar el número de enfadados; porque el propietario del local no tiene ninguna culpa y ahora se tiene que comer el 50% del precio que tiene pactado. El que ayuda es el propietario, no la Generalitat», añade. «No tenemos ayudas y ya no las esperamos», indica resignado.

Los hoteles, resignados

Para el sector turístico el toque de queda no ha tenido un gran impacto, según Xavier Guardià, portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona (FEHT). Recuerda que la gran mayoría de establecimientos hace unas semanas ya dieron la temporada «por perdida y por acabada», pero que sin embargo todavía quedaba una pequeña bolsa de clientes vinculada al Halloween de PortAventura y en Navidad en que seguramente se acabarán perdiendo.

A nivel organizativo, el confinamiento nocturno tampoco es ningún descalabro, ya que los pocos hoteles que quedan abiertos pueden tener el restaurante abierto para los clientes con normalidad. «La prohibición es para dar comida a la gente de fuera», puntualiza Guardià. Y los trabajadores que acaben más tarde de las diez de la noche pueden volver en casa sin problema con un certificado de la empresa.

Ahora, la preocupación de los empresarios ya está centrada en la temporada que viene. El avance del virus en toda Europa hace que los mercados estén parados. Guardià comenta que en esta época del año y hasta Navidad empiezan a recibir las primeras reservas para la el próximo verano, especialmente del mercado británico. «Todo está absolutamente parado», advierte, y lo atribuye al hecho de que «la mayoría de países están con problemas».