«El deporte es parte de la solución del coronavirus, no del problema»
Los clubs de la provincia, obligados a ajustar horarios después de las medidas tomadas por la Generalitat
Los clubs deportivos son uno de los colectivos más perjudicados por el toque de queda decretado por la Generalitat de Catalunya a raíz del Estado de Alarma instaurado por el gobierno del país. El hecho de tener que dejar las calles desiertas a partir de las diez de la noche ha obligado a cerrar pabellones, en su mayoría, a las nueve, una hora antes. Esta circunstancia obliga a cuadrar horarios, reducir entrenamientos y, definitivamente, cambiar dinámicas de equipos al completo.
Diari Més se ha puesto en contacto con algunas de las entidades de más peso en la provincia y, en general, el malestar es evidente. Desde el Reus Deportiu apuntan que «el deporte es parte de la solución, no del problema», dejando claro que no entienden el perjuicio que está teniendo en comparación con otros aspectos del día a día.
No tan sólo el Reus, sino el resto de clubs, esperan que en las próximas horas haya novedades sobre la hora de finalización de la actividad. Si se alargara una hora, como sucede en actividades culturales, el margen de maniobra sería mayor. Según añaden desde el club de la capital del Baix Camp, «si nos hacen comprimir los entrenamientos, al final lo que haremos será acumular más gente en las instalaciones». «No podemos hacer demasiado más», se resignan desde el club, que dejan claro que ahora lo que tienen que hacer es «adaptar el horario del club e intentar cuadrar horarios con menos horas de entrenamiento o actividad deportiva».
También el CBT lamenta la situación, a pesar de que desde el club, igual que en el resto de casos, se muestran comprensivos. Su presidente, Jacint Rodríguez, apunta que «la situación nos afecta básicamente en los entrenamientos de todos los equipos que estaban ejercitándose ya. El inicio de entrenamientos de la base se había demorado, a causa del retraso del inicio de la competición, pero el resto están activos».
Rodríguez apunta que «utilizamos dos horas y media pasadas las nueve. Reducir el tiempo de entrenamiento de cada uno. No hay más instalaciones y es lo único que podemos hacer» y sigue afirmando que «la medida nos afecta sobre todo a los equipos sénior que, por cuestiones laborales, entrenan más tarde». «No me puedo poner en contra de las circunstancias», reconoce, finalizando, sobre el toque de queda, que «las decisiones las toman personas, pero la salud está por delante de todo. No nos queda más remedio que adaptarnos. La norma es la que es y se tiene que cumplir, y mejor hacerlo con buena cara».
Muchos equipos
Desde el Club Bàsquet Valls también se ponen las manos en la cabeza, aunque saben que tendrán que estrechar horarios y sesiones. «Tenemos 27 equipos federados, eso supone que tengamos que condensarlo todo mucho, hacer entrenamientos más cortos», manifiestan, especificando que «el equipo técnico trabaja para poder cuadrarlo todo».
Con respecto al CB Salou, su presidente, Santi Benito, recuerda que «tenemos el sénior de Lliga EBA que acaba los entrenamientos a las diez de la noche y, el resto también ven afectado su horario» Aun el pesimismo, ve luz al final del camino, ya que «nos llegan noticias positivas en el sentido que podamos tener el mismo trato que Cultura, para poder cerrar a las diez, pero estamos a la espera».
Finalmente, el Cevol Torredembarra, que este año cuenta con su primer equipo en Superliga 2, detalla que «estamos tratando de adelantar entrenamientos del sénior masculino». Su queja, con respecto a la situación, pasa por el horario, ya que «no entendemos por qué el toque de queda es a las once de la noche en todo el Estado y, en Cataluña, una hora antes».
De momento, los máximos problemas los están teniendo los equipos sénior, ya que la base es más sencilla de adaptar tanto por los horarios de entrenamientos, a mucho más madrugadores, como por el hecho, en algunos casos, que todavía no se habían acabado de poner en marcha.