«Adelanté 5.000 euros por un tratamiento dental y no me lo acaban»

Una vecina de Reus ha denunciado ante los Mossos d'Esquadra la situación de «abandono» en la queha quedado después de haber pagado por adelantado un tratamiento odontológico por valor de más de 5.000 euros y que «nunca me lo hayan llegado a acabar». Isabel Moreno, de 75 años, explica que «hice una petición a fin de que, si no me tenían que hacer el servicio, me devolvieran el dinero, y me he esperado un tiempo prudencial pero ya no me responde nadie». La mujer contrató a principios de año el procedimiento médico, según recoge la denuncia que ha podido consultar el Diaro Més, en la clínica Vivanta de la avenida Prat de la Riba. Este rotativo ha intentado reiteradamente ponerse en contacto con la empresa, sin éxito.

Moreno empezó a someterse al tratamiento en febrero, pero la clínica lo paró en el mes de marzo coincidiendo con la entrada en vigor del estado de alarma por la covid-19. En aquel momento, según el relato de la afectada –que ha aportado las facturas y recibos a la policía–, ya se le habían prestado servicios por un importe de cerca de 460 euros. «Me tenían que poner implantes», explica. Como la intervención había sido iniciada y se paralizó, dice, «tenía infección y mucho dolor en la boca». Con todo, Moreno se esperó hasta que el estado de alarma se levantó, y fue «al ver que no me llamaban ni me informaban de nada» que «intenté hacerlo yo». Lo ha probado durante cuatro meses, tanto telefónica como presencialmente. Hoy día, tal como sostiene, no ha conseguido que la clínica le acabe de prestar el servicio ni que le devuelva el dinero.

La mujer lamenta que le habían colocado implantes provisionales los cuales «le cayeron a los pocos días» y mantiene que «las piezas me ocasionaron problemas graves» y «estoy yendo a otro dentista a que me lo solucione porque era urgente, ya no me podía aguantar, era insoportable». «Ahora me están matando los nervios de aquello que la anterior clínica se me había dejado a medias», con el consiguiente gasto económico. «Tengo dolores, tengo que tomar antibióticos y medicamentos por la inflamación, y no tengo muelas», dice. Moreno ha recurrido también a la Oficina de Consumo y «rellené una hoja de reclamación» a Vivanta pero de los más de 4.500 euros restantes, y que ya había pagado, «no he vuelto a saber nada». Asegura que ahora en la clínica «sólo trabajan prácticamente los higienistas y poco más» y añade que «sé que la Guardia Urbana ha tenido que acudir al menos alguna vez a Vivanta para proteger a las chicas que están en el mostrador porque otros clientes las han querido agredir».

«Sé que no soy la única»

«No soy yo la única cliente afectada», sostiene a Isabel Moreno, que ha hecho saber también a los Mossos que tiene conocimiento que «hay muchos pacientes a los cuales no los han prestado los servicios a pesar de haberlos cobrado por adelantado o a través de financieras, y los deben dinero». «Adelanté los 5.000 euros para tratarme los dientes pero he sufrido presuntamente una estafa y no tardará en explotar», expresa, y explica que «no se tiene que tener miedo de denunciarlo». Ella lo ha hecho, dice, con la intención «de que la gente se entere de que está pasando eso y no haya más personas que se vean así». El pago del tratamiento lo hizo Moreno por adelantado porque «te aplican descuentos que de otra manera no tienes».

A la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) proliferan las quejas de pacientes de otros puntos del Estado que no han podido acabar tratamientos en Vivanta y en Facebook hay también una Plataforma de Afectados por Vivanta que recoge testimonios de personas que denuncian públicamente sus casos.