Profesora de danza
«Para cualquier iniciativa de las escuelas de danza, sólo hay un 'no' como respuesta»
La propietaria de la Escuela de Dansa África Aguilar de Vila-seca lamenta la falta de medidas para que el sector pueda seguir con la actividad
—¿En qué situación se encuentra, su centro de danza?
—Hace seis años que tengo la escuela en Vila-seca. Estudianun centenar de alumnos, que van desde los tres años hasta los sesenta. Damos clases de danza clásica, españolas y modernas. En los dos primeros casos, además, preparamos a las alumnas para la obtención de titulación privada. En lo que llevamos de año, diez meses, sólo hemos estado abiertos enero y febrero, y septiembre y octubre. El resto del año, excepto a julio, que hicimos un mini taller de flamenco, hemos estado cerrados. Hace dos meses, cuando nos dijeron que podíamos abrir, adaptamos todo el centro en las medidas que nos exigían. Más adelante, tuvimos que rehacer todos los horarios para adaptarnos al toque de queda. Y cuando ya lo teníamos todo, nos dicen que tenemos que cerrar.
—¿Las clases en línea son una alternativa viable en su actividad?
—Las hemos estado haciendo y las seguimos haciendo, pero de entrada, no las sigue todo el mundo. ¿Después, por ejemplo con el flamenco, como tiene que picar en el suelo, la gente? Hemos tenido que reinventar el flamenco para que tenga menos taconeo . A las niñas que hacen ballet lo hacen sobre suelos de mármol, que resbalan, con la silla del comedor como barra, que probablemente no está a la altura adecuada, determinados pasos no se pueden dar porque requieren más espacio...
—Se había llegado a plantear dar clase en el parque.
—Sí, los chiquillos salen de la escuela y se van al parque a jugar, así que pensé «me llevo a cinco niñas al parque y practicamos los ejercicios que requieren más espacio». Pero tampoco ha podido ser, porque el deporte al aire libre sólo se puede practicar de manera individual o con personas convivientes. Los niños que hay en el parque y que se tiran cincuenta veces por el mismo tobogán no son convivientes, pero yo no puedo hacer ejercicios con mis alumnas. Ya no me quedan más alternativas. Ni a mí ni a las 250 escuelas que formamos parte de una plataforma que hemos formado: para cualquier idea que surge, hay una no por parte de las autoridades. Todo, cuando segundos nos han informado, los contagios en las escuelas de danza de Cataluña han sido del 0,3%. En mi caso, no hemos tenido ningún contagio.
—¿Han recibido algún tipo de ayuda?
—Este es otro tema que hay que destacar. Hay ayudas al alquiler, pero no para los propietarios que tenemos que pagar una hipoteca. Cuando no das clases presenciales, mucha gente no se apunta. Y si no se apuntan, no pagan. Después, los que sí que las hacen, pagan menos, no los puedo cobrar lo mismo. ¿Así, cómo tenemos que salir adelante? Y, si tienes otro trabajo, como desgraciadamente pasa a menudo en el mundo de la cultura, ya no te dan ninguna ayuda. ¿Alguien cree que con mi sueldo (soy profesora en un instituto) puedo mantener mi familia y un negocio que hace seis meses que está cerrado, pagando impuestos, hipoteca y suministros? Hay mucha desmotivación, porque al BOE y al DOGO nunca se habla de las escuelas de danza.
—Usted también tiene una compañía de danza. ¿Cómo los está afectando?
—Desde el 10 de diciembre del año pasado que no hemos hecho ninguna actuación. Nosotros hacemos bolos tanto nacionales como internacionales, en Italia por ejemplo actuábamos mucho. Este año no hemos hecho ni una.
—¿Cuáles alternativas les quedan?
—El Col·lectiu d’Escoles de Dansa de Catalunya hemos firmado un manifiesto reclamante el retorno a la presencialidad en las aulas. Y el lunes que viene, día 9, hay convocada una manifestación. Estamos muy tristes y muy preocupados. La danza es ocio, pero también diversión, un tipo de ensueño para las niñas, nos explicamos cosas muy bonitas, el mundo de la danza es fantasía. Además, las alumnas que se tenían que examinar para obtener la titulación no lo podrán hacer. Pienso que, o pones a los chiquillos dentro de casa, o le dejas hacer todo lo que hacía, sobre todo si no hay contagios. Pueden estar seis horas en una clase en la escuela y no pueden venir una hora a bailar a un aula mucho mayor.