Diari Més

Juicio Atentados 17-A

Los Mossos desmontan las versiones exculpatorias de Houli y Oukabir

Los máximos responsables de la investigación aseguran que los dos acusados participaron activamente en los preparativos

En el centro, el magistrado Alfonso Guevara durante la sesión.

Los Mossos desmontan las versiones exculpatorias de Houli y OukabirEfe

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Los dos máximos responsables de los Mossos de la investigación de los atentados de agosto del 2017 explicaron este miércoles en la Audiencia Nacional que dos de los acusados en el juicio, Mohamed Houli Chemlal y Driss Oukabir, sí que participaron activamente en los preparativos de los ataques yihadistas. En la primera sesión del juicio de este martes el primero dijo que se arrepentía de los hechos y que no compartía el propósito de sus compañeros, y el segundo dijo que desconocía totalmente los preparativos y que no era nada religioso. Pero los jefes de antiterrorismo de los Mossos dieron ayer detalles sobre su implicación que pone en duda la versión exculpatoria de los dos encausados.

El inspector que instruyó la investigación desde el principio hasta mayo del 2018, de la Comisaría General de Información, explicó que Mohamed Houli Chemlal hizo hasta cinco declaraciones a los Mossos d'Esquadra los primeros días, cuándo todavía estaba herido por la explosión de Alcanar, pero colaboró poco, ya que fue dando información parcial y de forma progresiva, y los datos que daba no sirvieron para identificar a ningún sospechoso ni para evitar ningún delito. De hecho, al principio dijo a los Mossos que en el chalet fabricaban petardos, y no fue hasta que la policía encontró su pasaporte en la furgoneta de la Rambla y ya había explotado por segunda vez el chalet que no admitió la fabricación de explosivos. Y los investigadores supieron los nombres de todos los miembros de la célula después del ataque de Cambrils. «No aportaba nada nuevo que no supiéramos ya», dijo un subinspector.

Préstamos por teléfono

Los investigadores también detectaron que Houli Chemlal había intentado pedir préstamos rápidos por teléfono, seguramente para financiar la compra de precursores de explosivos, pero le fueron denegados. De hecho, la financiación de la célula se basó en robos en empresas donde habían trabajado.

Sobre Driss, el inspector explicó que se tiene constancia de su integración en la célula en mayo del 2017, cuando la célula ya se había adoctrinado y ya hacía preparativos concretos, y probablemente lo hizo a través de su hermano pequeño Moussa. No han podido encontrar ningún contacto directo con el imán, pero lo atribuyen al hecho de que ya tenía antecedentes policiales y tomaba muchas precauciones para evitar seguimientos, como por ejemplo apagar el móvil cuando se encontraba con Abdelbaki Es Satty. El subinspector que hizo de secretario de las diligencias hasta mayo del 2018 y después se convirtió en el instructor explicó que no han podido localizar señal del teléfono de Driss en Alcanar, pero sí quealgún testigo lo vio por la zona.

Sobre su implicación con la célula, explicó que cuando en agosto del 2017 viajó a Marruecos, compró tres teléfonos móviles, cosa extraña. En algunas conversaciones desde allí, explicaba que estaba mejor en Marruecos que en Cataluña con los kafir , los infieles, y también habló de teléfonos, cargadores y cables. También explicaba que se tenía que someter a un ritual de purificación religiosa y le dice a su pareja que se ponga el niqab , que se tienen que casar y que confíe en Alá. Driss Oukabir dijo este martes que no era nada religioso. Su hermano le envió un vídeo sobre cómo amortajar a un musulmán muerto.

A preguntas del abogado de Driss Oukabir, el agente indicó que el acusado manifestó en una de sus primeras declaraciones que la culpa de todo lo que había pasado era del imán, Abdelbaki Es Satty. «Entiendo que lo conocía», indicó.

El mosso que tomó declaración a Houli en el hospital explicó que hacia las 5 de la madrugada del 18 de agosto declaró, ya como detenido, que Driss Oukabir no formaba parte de la célula y tampoco fabricaba explosivos. También explicó, a preguntas de los agentes, que la intención de los terroristas era atentar contra varios «monumentos» de Barcelona, sin precisar cuáles, accionando dispositivos explosivos a distancia.

Sobre los objetivos de los terroristas, el subinspector reiteró que eran el Camp Nou, la Sagrada Familia y la Torre Eiffel, y el día escogido el 20 de agosto. También habían hecho centenares de investigaciones sobre la Audiencia Nacional, la tomatina de Bunyol, la sede de la OTAN, la base aérea militar de Zaragoza y el pantano de Riudecanyes. En cambio, no hicieron investigaciones sobre las Ramblas, pero sí que algunos de ellos fueron presencialmente. No obstante, en sus planes sólo contemplaban ataques con explosivos, no con armas blancas o atropellos con vehículos.

Con respecto a la implicación de Said Ben Iazza en los hechos, el agente expuso que su participación fue que dejó la documentación y la furgoneta para realizar «una o dos compras». Con estas compras se adquirieron 340 litros de peróxido de hidrógeno. «Es el 99% del material necesario para el explosivo que utilizaban», remachó. La investigación de Ben Iazza empezó después de encontrar un ticket de compra en los escombros de la explosión de Alcanar.

Testamento para saldar deudas

El agente explicó que encontraron el testamento de Saïd Aallaa, uno de los terroristas que murió el 17-A, el conductor del Audi A3 de Cambrils. El documento se encontró en su casa, pero no se pudo fechar, según indicó el agente. «Si me sobreviene la muerte y os dejo a un muerto a la familia, os pido perdón a todos por las molestias que os he causado, sobre todo a los padres, en especial a mi madre. Os hago encargados de vender todas mis cosas para pagar las deudas que os debo, 1000 euros a la madre y 1000 euros para Mohamed. Y el que sobre lo dais a los pobres», afirma la nota según lo que leyó una intérprete.

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