«Los problemas en la residencia Les Vinyes vienen de antes de la covid»

Los familiares de la residencia Les Vinyes de Falset critican que «hemos estado muy mal informados mientras había los gestores anteriores» y celebran que, desde que fue intervenida la residencia por la Generalitat, la comunicación ha sido mucho más fluida y los residentes están siendo atendidos «mucho mejor». La residencia pasó a manos de la Generalitat el pasado 19 de octubre a causa de un brote que afectó a 109 residentes y 22 trabajadores, y que provocó la muerte de una cuarentena de residentes. Ahora, bajo la gestión de STS, los familiares detallan que la situación ha mejorado mucho.

«No era fidedigno lo que nos estaban diciendo», dice a DiariMés Anton Vidal, uno de los familiares que tenía su madre en la residencia, quien añade que «a principios de octubre me comunicaron que mi madre había dado tres veces negativo en las pruebas PCR que le habían hecho en diferentes días, pero el 12 de octubre me dicen que da positivo en una cuarta, pero que se encuentra estable, cosa que ya encontré extrañoporque lo más habitual es que tuviera algún síntoma». Vidal sigue diciendo que «al día siguiente, me comunican que han tenido que ponerle el oxígeno pero que, como el día anterior, se encontraba estable», y añade que «fue a partir de aquí cuando ya no tuvimos más noticias de mi madre, y eso que iba llamando cada día, pero allí nadie cogía el teléfono». Vidal afirma que «el lunes de la siguiente semana fue cuando me volvieron a llamar para decirme que mi madre estaba muy floja y, por la noche, me llamaron para decirme que había muerto». Este es uno de los ejemplos de la desazón que vivieron muchos de los familiares de los residentes de Les Vinyes de Falset que acabaron perdiendo a algún familiar a causa de la covid pero, sobre todo, por las «malas praxis que, desde que se inauguró la residencia, en 2006, no se han dejado de realizar».

«Sufrimos mucho»

Otro de los testigos con quienes ha podido hablar este medio es Conxita Pujol, quien asegura que «al principio, sufrimos mucho, nosotros llamábamos y nadie nos cogía el teléfono», y añade que «entendemos que los médicos no pueden estar pendientes del teléfono, pero creemos que alguna persona si pudiera estar destinada a esta tarea para poder informar a todos los familiares y tranquilizarnos un poco». De hecho, tal como explica Pujol, eso es lo que ha sucedido desde que la Generalitat intervino la residencia. «Ahora estamos mucho mejor, llamamos y siempre hay alguien que nos coge el teléfono, además, mi madre ahora come y sé que está bien asistida». Y es que «cuando había los gestores anteriores, mi madre no comía y sé que tampoco estaba muy bien atendida».

Por suerte para los familiares, esta situación acabó el pasado 19 de octubre, aunque no será una solución definitiva, ya que está previsto que los antiguos gestores, el grupo Bastód'Or, recupere la residencia en los próximos meses. Es por este motivo que los familiares se han agrupado para intentar cambiar las cosas: «Los problemas vienen de mucho antes de la pandemia, pero ahora que tenemos la residencia en un buen estado y que los familiares están bien atendidos, no queremos que cuando lleguen los gestores anteriores, todo vuelva a ir mal». Por este motivo, los familiares cotinuen valorando la opción de emprender acciones legales contra este grupo. De momento, lo que podrán hacer es volver a ver a los residentes, ya que el centro ha recibido el sello verde esta semana y, la próxima, se recuperarán las visitas con todas las medidas de seguridad pertinentes. «La última vez que vi a mi madre, fue el 2 de octubre y a través de unos cristales», expone a Pujol, quien celebra que pueda volver a ver a su madre.