Judicial
El director general de Vandellòs II declara como investigado por dos fugas
La central funcionó durante 17 días con dos escapes en la barrera de presión, aunque los protocolos de seguridad obligaban a pararla
El director general de la central nuclear Vandellòs II, José Antonio Gago, está previsto que declare este lunes, en calidad de investigado, sobre lo que pasó en febrero del año 2018, cuando funcionó durante 17 días con dos escapes en la barrera de presión.
La declaración, según informa Greenpeace, llega pocos días después de dos nuevas advertencias en la central aprobadas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el pasado 6 de noviembre a la Asociación Nuclear Ascó Vandellòs (ANAV), gestora de la nuclear.
El grupo de abogados de Tarragona Societat Humana, que denunció el caso, cree que será la última diligencia de juzgado número 2 de Reus después de las declaraciones, el pasado 19 de octubre, de dos responsables del CSN calidad de testigos perecidos.
La planta paró el 2 de marzo del año 2018 para localizar un goteo de agua del circuito de refrigeración detectado el 13 de febrero, de manera que la central nuclear estuvo funcionando 17 días, aunque los protocolos de seguridad obligaban a pararla.
Societat Humana, además, sospecha que se produjeron tres escapes, porque el 6 de abril, con la central ya parada , se detectó otro goteo en el cierre de uno de los termopares del vaso del reactor.
Esta entidad, Greenpeace y Ecologistes en Acció indican que la central alargará su vida útil hasta julio del año 2030 -más de los 40 años de vida previstos por el fabricante- por la reciente renovación de su licencia para operar diez años más.
Respecto de las advertencias de CSN a ANAV, ambas son leves y están relacionadas con incumplimientos del Plan de gestión de residuos radiactivos y de una instrucción técnica asociada a la autorización de explotación.
Las tres asociaciones recuerdan que ANAV fue multada en el 2008 con 15 millones de euros por la liberación de partículas radiactivas en Ascó I, donde centenares de personas tuvieron que someterse a controles radiológicos.
Por su parte, Vandellòs II fue multada con 1,6 millones por funcionar 161 días con los márgenes de seguridad reducidos, en los cuales ocultó al CSN la rotura de una cañería por corrosión.
Los ecologistas piden el cierre de las dos centrales y exponen que los beneficios económicos no revierten en el territorio, porque a pesar de un PIB local más elevado, la renta familiar bruta es inferior a la media catalana en las dos zonas.