Economía
La demarcación de Tarragona creció un 1,2% en el 2019, por debajo de la media catalana del 2,1%
Según el Anuario Económico Comarcal del BBVA, sólo el sector servicios incrementó su Valor Añadido Bruto en Cataluña
El Valor Añadido Bruto (VAB) de la demarcación de Tarragona creció un 1,2% en el 2019, por debajo de la media catalana del 2,1%, según datos del Anuario Económico Comarcal del BBVA, que se ha presentado este miércoles. El estudio pone de manifiesto el aumento de la importancia del sector servicios en la economía del país, que ya supone un 75% del mercado de trabajo, un 10% más de lo que representaba en el 2007. De hecho, en el conjunto de Cataluña, es el único de los tres sectores que incrementa el VAB. El informe también se fija en la evolución después de la crisis del final de la pasada década. Entre el 2013 y el 2019 el Camp de Tarragona creció un 16% y las Terres de l'Ebre un 9%, por debajo de la media catalana del 17,2%.
En el global del país, el 2019 presentó un «crecimiento moderado, a pesar de que más lento que el 2018 y el 2017», ha indicado Josep Oliver, catedrático emérito de Economía Aplicada de la UAB y director del Anuario Comarcal del BBVA. El año pasado también creció el mercado de trabajo en un 2,4%, pero en cambio, no lo hizo la productividad, un hecho que para Oliver «de cara al futuro es un problema».
Por sectores, elVABdel primario cayó en Cataluña un 3,1%. En este ámbito las Terres de l'Ebre fueron la región catalana que mejor aguantó, con un descenso de tan solo el 0,3%. El Camp de Tarragona, en cambio, se situó con un -2,7%. Por comarcas, el Montsià (2,5%), la Ribera d'Ebre (2%) y el Baix Camp (1%) fueron las únicas de la demarcación con registros positivos. Todo ello, el anuario lo justifica porque la oliva, los frutos secos y los cítricos compensaron la caída de la uva o los cereales.
ElVABde la industria tarraconense también salió bastante bien parado. De nuevo, las Terres de l'Ebre volvieron a ser la zona catalana con mejores registros, con un 1,7% positivo. El Camp de Tarragona creció únicamente un 0,5%, unos datos modestos pero al alza, a diferencia del conjunto de Cataluña, que retrocedió (-0,3%). Unas cifras que se explican por la evolución de un 3,3% de la energía, a pesar de la caída de la química en un 1,4%.
El retroceso de la demarcación respecto el resto del país se explica por el menor crecimiento delVABdel sector servicios. Así, en el Camp de Tarragona se aumentó un 1,2%, mientras que en las Terres de l'Ebre fue del 0,8%; ambas zonas por debajo del 2,7% catalán.
Salida de la anterior crisis
El informe analiza la evolución de la salida de la crisis global del 2007-2012 y en qué situación estaban los diferentes sectores productivos el 2019. El catedrático ha afirmado que «en términos de actividad la crisis está superada, a pesar de que por sectores productivos la cosa es diferente». Las empresas, por ejemplo, el 2019 invirtieron un 12% más del que lo hicieron el 2007, y para Oliver «esto tiene que permitir mirar el futuro con optimismo». En cambio pero, la construcción «seguramente nunca recuperará aquellos niveles», puesto que el año pasado todavía se encontraba un 45% respecto el inicio de la anterior crisis.
Según ha detallado Oliver, en la demarcación de Tarragona «los servicios es el único sector que claramente ha dejado atrás la crisis en términos de afiliación» en la seguridad social (+9,6% el 2019 respecto el 2007). Aun así, en el global del mercado laboral, Tarragona cerró el año pasado un 4,2% por debajo del que lo hizo el 2007, con 13.000 afiliados menos.
Territorialmente, la recuperación experimentada en el periodo 2013-2019 en el Camp de Tarragona fue del 16%, por debajo del 17,2% de Cataluña. Las Terres de l'Ebre incluso han quedado más atrás, con un ascenso del 9,1%. Solo el Tarragonès (17,3%) se ha recuperado a un ritmo superior al de la media del país. En el otro extremo encontramos la Terra Alta, que en siete años solo ha crecido un 3%.
Previsiones por lacovid
Oliver también ha hecho alguna predicción de los resultados económicos que puede haber el 2020 a causa de la pandemia. De momento ya ha constatado que la caída en las afiliaciones en la Seguridad Social «es más severa que en el conjunto de Cataluña». En buena medida por el impacto que ha tenido la covid-19 en la llegada de turistas. En concreto, hasta septiembre, el catedrático ha indicado que las pernoctaciones han caído un 84% en la Costa Daurada y un 50% en el Ebro. Tampoco pasan por un buen momento las exportaciones. Con todo, ha pronosticado que las Terres de l'Ebre resistirán mejor que el Camp de Tarragona.
En este sentido la estructura productiva, con cada vez más peso del sector servicios, parece que no ayudará. Pero para Oliver «todo dependerá de cómo se gestione el periodo de transición a partir del 2021». «La especialización en servicios turísticos, comercio y transportes tiene luces y sombras», ha dicho. Como aspectos positivos ha apuntado al turismo de calidad que se genera alrededor dePortAventura, pero en cambio la imagen de destino seguro de todo el Estado ha quedado tocada por el impacto de la pandemia, hecho que puede restar confianza en los visitantes.