Explosión IQOXE
Trabajadores afectados por la explosión de IQOXE: «Nadie de la empresa nos ha llamado nunca para saber cómo estamos»
Un año después del siniestro empleados que todavía están de baja afirman que la compañía sólo quiere maximizar beneficios
Un año después del siniestro lamentan que «IQOXE ha mentido en todo». «Hace unos días oí declaraciones del representante de la empresa que decía que para ellos es muy importante la atención a los accidentados y a los familiares. Me indigné. Pueden mentir en temas técnicos o en temas administrativos, pero mentir en cuestiones personales de los trabajadores es muy grave», comenta uno. «Nadie ha llamado nunca a ninguno de los heridos. Nunca. Quizás a algún compañero una llamada lo habría ayudado a sentirse acompañado», añade otro. Al mismo tiempo, reconocen que la química no les ha ofrecido ninguna indemnización y que todo el tratamiento médico que han tenido que hacer ha sido mediante la seguridad social y mutuas privadas contratadas por los empleados.
Para ejemplarizar la frialdad en el trato por parte de IQOXE recuerdan el caso de uno de los heridos. Era un trabajador joven que llevaba unos tres meses enla empresa con un contrato temporal. Cuando todavía estaba en el hospital recuperándose la compañía le comunicó que se le había acabado el contrato y que no lo renovaban. «Quizás es legal, pero éticamente es horrible», constata un testigo. Y un compañero completa: «una empresa normal, que además factura millones de euros, habría intentado recolocarlo y ayudarlo».
«Nunca más volveré a trabajar en ninguna empresa química»
La situación personal de cada empleado es diferente y a pesar de que les está costando mucho pasar página intentan mirar al futuro. Un futuro incierto y que estará condicionado, en algunos casos, a su recuperación. «Allí no vuelvo. Acabé muy mal. Nunca más volveré a trabajar en ninguna empresa química», afirma tajantemente un trabajador que todavía está de baja.
Otro, en cambio, duda: «Estoy en un punto que no miro al futuro. A día de hoy no puedo pisar la empresa, me es imposible. Me gustaría quitarme toda la mierda que tengo en la cabeza y poder trabajar. Querría hacer vida normal y hacer todo lo que hacía antes, pero no puedo. No me puedo concentrar más de un minuto seguido, no puedo leer más de una página de un libro ni estar diez minutos viendo una película en el sofá. Salir a la calle con gente me cuesta, si salgo espara estar solo. Soy sociable y nunca había sido así», lamenta. Otros se conforman enpoder seguir trabajando en IQOXE, conscientes de que les costaría mucho encontrar un trabajo similar dentro del sector en Tarragona.
Apuntan a Morlanes
Además, adelantan que la situación dentro de la empresa no ha cambiado mucho de la explosión hacia aquí y apuntan directamente al consejero delegado de la empresa, José Luís Morlanes. «Mientras esté Morlanes al frente no cambiará nada. Seguirán buscando el máximo beneficio y tener menos personal», afirma uno.
Esta persona incluso lo acusa de ser el máximo responsable del mal ambiente y del clima de miedo que hay en la empresa. Hasta el punto que varias veces, desde los pasillos del lado de los despachos de los altos cargos, ha oído como con gritos ha insultado y despreciado al director de la planta, Juan Manuel Rodríguez Prats. Los dos son los dos principales investigados por la causa judicial. «Pirata» o «líder sectario» son algunos de los calificativos que le dedica la plantilla.
Expresan muchas dudas sobre las promesas de la compañía de mejorar la seguridad. De entrada dicen que van muy cortos de personal. Además, ponen encima de la mesa la bunquerización de las salas de control. Un aspecto que la empresa públicamente ha dicho que hará. Pero en los últimos meses se han puesto en marcha algunas plantas –entre ellas la de óxido de etileno- y los empleados afirman que, de momento, nada de salas bunquerizadas. «Si ahora hubiera un accidente, a la gente que hay dentro la fríes», ejemplarizan para demostrar la falta de compromiso de la dirección.
Al mismo tiempo también ponen el foco en la administración. Y concretamente en la Generalitat y en los requisitos que pide a las químicas para poder funcionar. «El óxido de etileno es el producto más peligroso que se fabrica en el polígono químico, es una bomba», comentan. Por lo tanto, consideran que los elementos de protección reglamentarios tendrían que ser proporcionales a este riesgo.
Como caso paradigmático ponen el de la sala de control de la planta de óxido de etileno, que se construyó a finales de los años 70. «Seguramente, por las cargas de producción que había entonces, el edificio de la sala de control sí que era adecuado. Pero actualmente se fabrican 330 toneladas diarias, seis veces más que entonces. Quizás aquí la Generalitat se tendría que detener a pensar si este edificio hoy en día todavía es adecuado», revela un miembro de la plantilla. Tanto IQOXE como la Generalitat han expresado en diferentes ocasiones que la compañía cumple la normativa. El Gobierno incluso ha dicho que los requisitos legales que impone a las empresas del sector son más exigentes de los que marca la directiva europea.
Este jueves, coincidiendo con el primer año del suceso, habrá dos manifestaciones en Tarragona. La Federaciód'Associacions de Veïnsde Tarragona (FAVT), CCOO, UGT y otras entidades vecinales se concentrarán delante del ayuntamiento de la ciudad para volver a reclamar más seguridad en la industria petroquímica. El acto se llevará a cabo a las 18.40 horas, para conmemorar el momento en que estallóreactor de IQOXE. Paralelamente, la Associacióde Veïnsde Bonavista ha convocado otra en el mismo barrio de Ponent.