Argimón dice que «no es ético» que se vacunara el alcalde de Riudoms

El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, considera que la vacunación de la covid-19 del alcalde y un concejal de Riudoms en una residencia geriátrica no es «el ejemplo» y que no se tendría que haber producido. «No es ético vacunarse si eres un responsable público y no tienes más de 70 años», ha afirmado en rueda de prensa preguntado por esta cuestión. Según informó el consistorio, el alcalde, a Sergi Pedret, y un concejal recibieron martes la vacuna a petición de los responsables de la residencia para no tener que tirar dos dosis sobrantes. Argimon cree que habría sido «mejor» declinar la invitación, si bien también ha apuntado que el protocolo establece vacunar con la máxima agilidad y no tirar ni una sola dosis.

Por su parte, Pedret argumentaba que «en los últimos meses he estado en contacto directo y habitual con la Residencia Geriátrica de Riudoms» con el fin de coordinar con el Ayuntamiento todas las tareas para controlar la evolución de la pandemia de la covid-19. El mismo alcalde, en un comunicado, exponía que «durante el día se me ha ido informando de cómo iba el proceso de vacunación en la residencia» y que «al mediodía, una vez vacunadas todas las personas residentes y profesionales, recibí una llamada de la coordinadora del proceso de vacunación y me explicó que unas dosis se tendrán que tirar, ya que, por diferentes circunstancias, algunas vacunas programadas no se han podido suministrar».

Ante esta posibilidad de perder dos dosis de la vacuna, «el equipo de coordinación decidió que había que aprovecharlas y me pidieron recibir esta vacuna yo y otra persona, ya que por temas de gestión de la crisis sanitaria son habituales las reuniones del alcalde con la residencia y, por lo tanto, consideran oportuno hacerlo así».

La primera opción fue el CAP

En otro comunicado, la residencia en cuestión aseguraba que «el equipo técnico de vacunación nos pidió que localizaran personas vinculadas al centro para inyectar la vacuna, pero que tenían que estar en el centro en un espacio de tiempo de máximo 15 minutos», ya que pasado este tiempo, las dosis ya no sirven. «La primera opción fue la de llamar al CAPde Salut», exponían desde la residencia, y añaden que «la responsable del CAP de Salut declinó el aprovechamiento de las vacunas, ya que al día siguiente tenían prevista la vacunación de todo su personal y si se vacunaban, al día siguiente también sobrarían vacunas».

Así pues, desde la residencia buscaron una segunda opción, y esta fue «llamar al ayuntamiento, ya que especialmente el alcalde, y también los concejales, siempre venden a ayudar en cualquier situación que se les requiere, accediendo al centro». Según detallan, «el alcalde nos propuso que contactáramos con el mosén del pueblo, quien entra en el centro a hacer misa. Desgraciadamente, el mosén se encontraba demasiado lejos del pueblo para llegar con tanta urgencia». Es por estos motivos que, finalmente, decidieron vacunar al alcalde y el concejal que sí que se encontraban cerca de la residencia.

El alcalde de Riudoms, también hizo referencia a unas declaraciones de Argimón en las cuales afirmaba que «por cuestiones de logística y para maximizar las vacunaciones se permite vacunar a otras personas siempre que trabajen en el centro» y, en opinión del alcalde, «categoría dentro de la cual debe haber considerado que se encontraba el alcalde y la otra persona propuesta, vista la tarea de ayuda y de coordinación con la residencia.»

La oposición pide explicaciones

Desde la CUP Riudoms consideran que «esta decisión no fue acertada por parte del alcalde» y «pedimos públicamente que se reconozca el error y se pida disculpas ante la ciudadanía por este hecho». Los cupaires también creen que «el alcalde y el concejal no tendrían que haber tenido preferencia ante el resto de la población» y que «el alcalde y los miembros de gobierno no tendrían que ser personas de contacto frecuente con la residencia, ya que sólo tendrían que hacer tareas de coordinación y estas se pueden efectuar en espacios seguros, como reuniones telemáticas».

Por su parte, el PP de Tarragona pide la dimisión del alcalde para «aprovechar su cargo para vacunarse antes que otras personas de riesgo de su municipio». El portavoz del PP, José Luis Martín, acusa al alcalde de «aprovecharse también de la nefasta gestión de la Generalitat en la distribución de las vacunas» y recuerda que «hay otros profesionales como el docente que también requieren la vacuna hecho por el cual no existe ninguna justificación que avale su comportamiento».