Valls, a las puertas de unas fiestas de la Candela sin ser decenales y marcadas por la covid-19
La comisión religiosa se resiste a restar solemnidad a la celebración y garantiza que este año será una fiesta «especial»
Valls quiere dar un cariz especial en las fiestas de la Candela para compensar la suspensión de las Decenales y presenta toda una serie de actos religiosos para que los vallenses puedan disfrutar de la festividad de su patrona, el 2 de febrero. La ciudad se ha tenido que resignar a posponer sine die la celebración de unas decenales muy esperadas -ya que sólo llegan cada 10 años, desde 1791. La comisión religiosa se ha apresurado a programar hasta tres oficios. Se bajará la imagen de la virgen de su camarín para ser venerada y se readaptará el baile de la Moixiganga dentro de la iglesia de Sant Joan, el único acto popular que se mantendrá en un programa marcado por las medidas covid-19. Eran actos masificados donde este año se tendrá que controlar el aforo.