Tradición
El concurso de comida calçots de Valls, alejado del centro y sin público
La Fiesta de la Calçotada se adapta a unas restricciones anticovid que complican la apertura de los restaurantes del Alt Camp
Cancelada la Jornada Gastronómica del Calçot de Valls por las previsiones de lluvia
Se ha eliminado el concurso de cultivadores de calçots y las demostraciones de cocercalçots, si bien se cocerán al momento para los participantes al concurso de comercalçots. Tampoco se permitirá la participación de concursantes de fuera de Valls, otro de los factores que hacía más atractivo -y más competitivo- el concurso. Los participantes tendrán que mantener distancias, distribuidos en mesas separadas, y con previa toma de la temperatura.
El acto en conjunto durará de once a una del mediodía y el concurso -a las 12h- se retransmitirá por el canal de Youtube de la Cambra de Comerç. El secretario de la Cambra, Rafel Castells, explica al ACN que no se puede considerar ninguna gran fiesta de la calçotada, sino una versión en pequeño formatoy muy condicionada por las medidas sanitarias, aunque no se ha querido suspender en su totalidad con el objetivo de hacer promoción y salvar la temporada.
La restauración, parada
La restauración está parada, un escenario inusual en el Alt Camp a mediados de enero ya que en un año normal las calçotadas ya estarían en marcha. Entre la limitación territorial y la franja horaria restringida, algunos restaurantes optan por permanecer cerrados hasta que las medidas no cambien -el Vinyet en Vila-rodona, Mas Boronat en Salomó,etc. Otros optan poraventurarse con otras alternativas para explotar esta comidade invierno.
Es el caso de Cal Ganxo, en Masmolets, pedanía de Valls, un restaurante especializado en calçotadas hasta el punto que de unos años hacia aquí los propietarios aparcaron la carta y se centraron en el menú del calçot. Ahora, con el restaurante cerrado, potencian la comercialización de la salsa y también abren la puerta al take away. Alexandra Plana, que regenta el establecimiento, destaca que están ampliando los puntos de venta de su salsa.
Los campesinos, a la expectativa
Con la restauración muy tocada, los campesinos de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Calçot de Valls, que ya lopasaron mal la temporada pasada -con un 25% de la cosecha perdida- vuelven a sufrir. El presidente de la IGP, Francesc Xavier Amill, dice que el calçot crece a buen ritmo y se prevé una producción de máxima calidad, pero no hay salida enlos restaurantes, donde se vende el mayor volumen de la producción. «No pinta muy bien», afirma.
En la agrotienda de la cooperativa de Valls tampoco reciben demanda de los restaurantes que acostumbran a abastecer, tanto dentro como fuera de Cataluña. Por otra parte, sin embargo, según confirma el presidente de la cooperativa, Joan Linares, los pedidos de particulares se mantienen e, incluso, son un poco superiores que en noviembre y diciembre del año anterior, un dato que aporta cierto optimismo sobre un cultivo que se consume hasta abril.