«El PSC y ERC influyen desde hace dieciocho años y así nos va en la provincia»

—¿Qué se le pasa por la cabeza cuando la llama Alejandro Fernández para ir de cabeza de lista?

—Agradecimiento por la confianza, ilusión por el reto y respeto por la responsabilidad. Espero contribuir a que el Partido Popular tenga una voz fuerte en el Parlamento y a defender con eficacia los intereses de nuestra provincia, históricamente olvidada por los sucesivos gobiernos de la Generalitat.

—¿Cómo prevé que sea paso de la política local a la provincial?

—Me gusta pensar que los políticos ingleses siempre alcanzan responsabilidades nacionales, precedidos de una hoja de servicios en la política total. Me parece una buena fórmula, partir de la gestión de las necesidades más próximas de los ciudadanos. Cuando el Partido Popular ha gobernado en la ciudad de Tarragona siempre ha dejado las cosas mejor de cómo estaban. Yo lo intenté hacer desde mi responsabilidad como concejala de Turismo.

—¿A qué tiene que aspirar el PP en estos comicios?

—A conseguir unos grandes resultados, que permitan que el proyecto del Partido Popular sea la clave del cambio necesario y urgente en Cataluña. Es la única alternativa a cuatro décadas de nacionalismo, que en los últimos años se ha convertido en un auténtico delirio, porque el nacionalismo nunca es moderado.

—¿Cuál es la meta del PP?

—No nos fijamos topes, pero es evidente que estamos creciendo. Tenemos que conseguir sumar para el triunfo del constitucionalismo en Cataluña y para alcanzar la alternancia política, algo muy sano, y en estos momentos, urgentísimo.

—¿Cree que estas elecciones se tenían que celebrar?

—Tenemos que recordar que votamos porque el señor Torra se preocupó de colgar una pancarta vulnerando un principio básico de la democracia: la neutralidad de las instituciones. Y toda esta situación kafkiana la han provocado socialistas y separatistas que sólo están pensando en su beneficio, ya no sé si político o personal.

—Pero hay un problema sanitario.

—Desde la Generalitat se prometió que estarían todas las garantías y se dijo que se vacunaría a todas las personas que estuvieran en mesas electorales. No lo han cumplido, aunque ya estamos acostumbrados. Ellos siempre dicen que «lo tienen todo preparado», incluso un Estado propio, y ahora resulta que no saben ni como organizar los comicios con garantías.

—¿Por qué no se han tomado medidas, como por ejemplo, vacunar a todas las personas que estarán en mesas electorales?

—Esta situación que estamos sufriendo es a causa de dos gobiernos, el de la Generalitat, caracterizado por el victimismo y una absoluta desconexión de la realidad, y otro el de Pedro Sánchez, que han sido incapaces de gestionar esta crisis. Illa es el peor ministro que ha gestionado la pandemia en toda Europa y ahora abandona el barco para presentarse como candidato a Cataluña. Roza la inmoralidad.

—¿Qué resultados prevé?

—Creo que serán buenos para el Partido Popular y que demostrarán que somos la única alternativa viable a repetir procesismo y tripartito.

—¿Cree que el voto que se fue en las últimas elecciones a Ciutadans volverá de alguna manera, o continuará fragmentado?

—La confianza es de las personas, no de los partidos, nosotros queremos sumar y confiamos en ganarnos la confianza de muchos ciudadanos (en minúscula) que quieran ser partícipes de la regeneración democrática en Cataluña, del retorno del prestigio de nuestras instituciones y del cambio de actores y de políticas.

—Las encuestas hablan de victoria del PSC o de ERC en Cataluña. ¿Cómo afectaría eso a Tarragona?

—Me temo que serían unas pésimas noticias por Tarragona. El PSC y ERC influyen en Cataluña desde hace 18 años, y así nos va en la provincia.

—De qué manera se pueden arañar votos para la formación que usted defiende de aquí a día de los comicios?

—Cada voto se gana uno por uno. El Partido Popular quiere reconstruir el espacio de la razón, de los argumentos que, por desgracia, han sido sustituidos por los de las emociones y de las estridencias. Hay propuestas populistas que no dan ninguna solución viable a los problemas. Queremos dar soluciones reales para solucionar los problemas de los catalanes, que no son pocos. Y por eso es necesario empezar por recuperar la convivencia y la concordia.

—¿Con quien pactaría?

—Primero tenemos que ver los resultados de las elecciones. Nosotros nos presentamos para sumar desde el constitucionalismo auténtico, con mirada amplia y para desbancar el nacionalismo, pero no somos comparsa de nadie y menos de los que se abrazan con los que «lo volverán a hacer». Sabemos, por experiencia, que en Badalona y en Castelldefels, donde ganamos las elecciones, el PSC no optó por pactar con el constitucionalismo precisamente.

—¿Con quien no pactaría?

—Ni con totalitarios, ni con hispanòfobs, ni con partidos que se han saltado la ley ni con los que se abrazan con los que lo volverán a hacer.

—¿Qué pactos ve fuera del PP?

–ERC y PSC, el tripartito está acordado desde hace años.

—¿Cuál es la propuesta del Partido Popular?

—Somos los únicos que ocupamos el centro del mostrador político del constitucionalismo y que ofrecemos un proyecto para hacer frente a la triple crisis –sanitaria, económica y de convivencia- en la que nos han sumido tanto el gobierno separatista de la Generalitat como el gobierno social-comunista de España. Ofrecemos una agenda de aligeramiento fiscal imprescindible en Cataluña, capacitado de gestión para recuperar el tejido empresarial y una firme protección de todas las libertades individuales, actualmente amenazadas.

—¿Cree que la incorporación de Lorena Roldán tendrá el efecto deseado?

—El Partido Popular es la casa grande del constitucionalismo y la incorporación de la señora Roldán es muy valiosa, es un símbolo por sí misma y estoy segura de que contribuirá a que tengamos unos buenos resultados.

—¿Qué necesita Tarragona?

—Necesita recuperar el tejido económico para los sectores más afectados. A pesar de ser la sexta provincia en PIB, gracias a la industria y al turismo, encabeza las cifras de paro. Es prioritario dejar atrás un gobierno que margina a Tarragona y que no quiere ni industria ni turismo.

—¿Se puede hablar de grandes proyectos, cayendo la que está cayendo con la covid?

—Se tiene que pensar en el contexto en el cual nos encontramos. El gran proyecto en toda Europa es una rápida y ordenada vacunación para toda la población. Sin esta, no habrá trabajo ni recuperación económica. Los grandes proyectos no se construyen en un día. Cataluña ha perdido muchos trenes y, para poder recuperar el pulso económico, tenemos que recuperar la convivencia, el optimismo y la ambición para conseguir una Cataluña próspera, en libertad, abierta al mundo. La Cataluña a la cual quieran volver todas las empresas.