Diari Més

Los partidos avalan revisar el modelo turístico de Tarragona pero discrepan sobre Hard Rock

Un corredor seguro en el aeropuerto de Reus, planes de reactivación y bonos, entre las propuestas electorales

Terrenos del Centro Recreativo y Turístico (CRT) de Vila-seca y Salou.

Hard Rock tendrá cinco meses más para comprar los terrenos del CRT de Vila-seca y SalouACN

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Los principales partidos que se presentan el 14-F comparten que, después de haber vivido la peor campaña turística de la historia, la demarcación de Tarragona tiene que retomar las asignaturas pendientes en la materia. Las formaciones coinciden en la necesidad de potenciar los activos patrimoniales, paisajísticos y gastronómicos del territorio más allá del buen clima y las playas, y procurar que también sean atractivos para el visitante de proximidad. Un corredor seguro en el aeropuerto de Reus, planes de reactivación y bonos turísticos son algunas propuestas electorales que hacen para paliar la covid-19, que ha dejado unas pérdidas de 4.500 MEUR. Mientras tanto, cada vez más partidos recelan del futuro de Hard Rock y dudan de que se acabe convirtiendo en una realidad.

En el 2019 el turismo generó el 25% del PIB de la demarcación de Tarragona, pero en el 2020, sin visitantes extranjeros y con la movilidad interior muy limitada, el sector tocó fondo. La pandemia ha evidenciado los puntos débiles de un modelo que tradicionalmente ha concentrado la actividad en la Costa Daurada centro, donde se concentran una grande planta hotelera, campings, segundas residencias y PortAventura. Los principales retos hace años que están encima de la mesa: la desestacionalización -conseguir un grosor suficiente de visitantes durante todos los meses del año- y la diversificación -apostar por más activos que el 'sol y playa'.

Los candidatos al 14-F consultados por ACN coinciden en la importancia del turismo y en la necesidad de complementar la oferta actual. Sólo la CUP y En ComúPodemapuestan claramente por un cambio radical de modelo, con menos impacto sobre el medio ambiente y menos precariedad laboral. Todas las formaciones creen que hay margen para impulsar activos como el turismo enológico y gastronómico, el patrimonio romano y el de la ruta del Cister, o el valor paisajístico de las zonas de montaña de interior y el Delta del Ebro.

El PSC avala reforzar todos estos ámbitos pero también incentivar el turismo deportivo. La número uno de la candidatura, Rosa Maria Ibarra, opina que los Juegos Mediterráneos «mostraron Tarragona al mundo como un polo deportivo importante» y lamenta que la Anilla Mediterránea esté infrautilizada. Ciutadans (Cs) se compromete a revisar el plan de Turismo de Cataluña y la estrategia de marketing para revertir el «deterioro» ocasionado por el proceso. Su cabeza de lista, Matías Alonso, anuncia bonos turísticos de 500 euros para que las familias hagan gasto en Cataluña.

ERC cree que en el contexto actual el turismo de proximidad y posicionar la demarcación en clave interna tiene que ser prioritario. La cabeza de lista, Raquel Sans, plantea que una mesa mixta entre Gobierno, agentes locales y representantes del sector sería una buena herramienta para definir cuál tiene que ser el modelo. El PDeCAT defiende invertir tanto en el mercado de proximidad como en el internacional. Su cabeza de lista, Marc Arza, subraya que se creen el turismo y que hay que hacer promoción del conjunto de activos del territorio y de una «oferta diferenciada».

Los partidos coinciden en que ahora la prioridad es salvar el tejido turístico de la crisis de la covid y priorizar las ayudas a los negocios que se ven más afectados por las restricciones. El cabeza de lista de JxCat, Albert Batet, quiere que se adecue un corredor turístico seguro en el aeropuerto de Reus para permitir la entrada de visitantes internacionales, tal como hicieron enlas islas Canarias. «Hace falta una administración que sea facilitadora y un Gobierno que entienda qué oportunidades tiene el territorio», defiende Batet.

En ComúPodem reivindica un nuevo paradigma basado en la calidad y la sostenibilidad. El cabeza de lista, Jordi Jordan, considera que si se quiere acabar con los bajos salarios la riqueza que genera el turismo tiene que ir en beneficio de las pequeñas empresas y no de las grandes compañías. La CUP considera que el actual modelo es «caduco», genera desigualdades económicas y ha «trinchado» el litoral. La cabeza de lista de los anticapitalistas, Laia Estrada, propone un plan de reconversión y desmantelar puertos deportivos, paseos marítimos y recuperar sistemas dunares y prados de posidonia.

El proceso y un discurso «turismofóbico» surgido los últimos años han restado turistas al territorio, según lamenta la cabeza de lista del PP, Inma Rodríguez. Los populares plantean un plan de emergencia para el 2021 con un IVA súper reducido, más inversión en promoción a cargo de la Generalitat y una gestión «profesional» del ámbito turístico. El número 2 de Vox el 14-F, Sergio Macián, censura la permisividad con el top mantay con la venta ambulante ilegal. En un contexto de pandemia, Vox apuesta por eliminar la tasa turística, doblar las líneas de avales públicos y porque los negocios no paguen impuestos cuando se les obligue a cerrar.

Dudas crecientes sobre Hard Rock

La crisis económica global derivada de la covid-19 puede acabar dando la estocada definitiva a inversiones como la de Hard Rock en el Centro Recreativo y Turístico (CRT) de Vila-seca y Salou. Bautizado el 2012 como BCN World y redimensionado posteriormente a la baja, el complejo turístico, comercial y recreativo previsto cerca de PortAventura sólo es una realidad, a estas alturas, sobre el papel. La CUP y En ComúPodemrechazan frontalmente el proyecto, y ERC opina que necesita un replanteamiento.

Laia Estrada (CUP) sospecha que «incluso los promotores son conscientes de que no tirará adelante» y subraya que la operación entre el Incasòl y Hard Rock esconde una transferencia de 120 MEUR públicos «para salvar los muebles en la Caixa». Por eso, recuerda, han llevado a la Generalitat ante la Oficina Antifraude. Los anticapitalistas rechazan un proyecto que perpetúa un modelo «depredador» y apuestan para devolver los terrenos expropiados a los antiguos propietarios por los «cuatro duros»que les pagaron.

Jordi Jordan (ECP) coincide en que el de Hard Rock no es un proyecto positivo para el territorio porque demanda más recursos hídricos, pivota sobre «la especulación» y está vinculado a «macro hoteles y casinos al estilo de lasVegas». «Es opuesto a nuestro modelo turístico y, además, se han puesto más de 100 MEUR de aval cuando todavía no se sabe si el proyecto se acabará llevando a cabo. Nuestro posicionamiento es contrario», resume el cabeza de lista.

Raquel Sans (ERC) explica que el papel de los republicanos en el Gobierno es el de «facilitador de una relación entre privados», pero deja claro que su línea roja es que «ni un euro público se puede destinar al proyecto». Sans recuerda que el plan ha quedado un año en suspenso por la anulación del PDU por parte del TSJC y que la multinacional ha pedido tres prórrogas para comprar los terrenos. ERC opina que, tanto desde la administración como de los privados, «este es un proyecto que hay que replantear».

Por el contrario Marc Arza (PDeCAT) ve «indispensable» el proyecto de Hard Rock o «uno similar» para disponer «de una oferta diferenciada, alargar la temporada y seguir haciendo camino al turismo de valor añadido». Arza recuerda que lo que hoy es PortAventura también vivió contratiempos y cree que Hard Rock tiene intención de sacarlo adelante. En caso de que la firma norteamericana se desdiga, apuesta por mantener el proyecto de la mano de otros inversores.

Albert Batet (JxCat) también cree se tiene que «luchar» para conseguir que Hard Rock se convierta en una realidad porque «es la inversión más importante que podemos tener en nuestro territorio». «Es generación de puestos de trabajo en la demarcación con más paro y, ante eso, tenemos que ser más facilitadores que nunca», defensa. Batet ve el impacto de Hard Rock en unos términos similares alque tuvo PortAventura en los años 90: «impulsó el turismo familiar y de ocio, permitió pasar de una planta de tres a cuatro estrellas e incrementar las retribuciones laborales».

Rosa Maria Ibarra (PSC) garantiza que impulsarán el proyecto porque significa «muchos puestos de trabajo y complementar la oferta», sin embargo «sin que eso signifique un euro público para un privado y que algunos hagan negocio». En este sentido, reivindica que la relación del Gobierno con los inversores tiene que ser clara. «Sí al proyecto, pero con total transparencia», resume. Los socialistas recuerdan que el acuerdo que suscribieron con CiU para impulsar BCN World iba vinculado a un plan de reindustrialización y a un retorno social del 1% de la inversión.

Matías Alonso (Cs) afirma que, a pesar de no compartir la rebaja fiscal que se hizo al juego, están a favor del proyecto. Critica que el Gobierno no se ha visto como un socio fiable a los ojos de los inversores y cree que a día de hoy tiene poca viabilidad. Por una parte, dice, por la pandemia, y de la otra, por la mala imagen exterior que se ha dado de Cataluña los últimos años. «No vemos que Hard Rock esté dispuesto a poner encima de la mesa el dinero que hace falta para ponerlo en marcha. Hace cinco años que tendría que estar funcionando y hoy todavía es vivir en las nubes», lamenta.

Inma Rodríguez (PP) cree que la Generalitat «ha vendido humo» con Hard Rock. Los populares se posicionan a favor de todo aquel proyecto que genere puestos de trabajo, riqueza, dinamización económica y turística, aunque también piden atender «la emergencia» que viven los hoteles, campings y PortAventura a raíz de la covid. Rodríguez cree que un proyecto como el de Hard Rock puede convertir el territorio en «un referente de turismo sostenible» y complementar la oferta.

Finalmente, Sergio Macián (Vox) expone que ven con ojos todas aquellas iniciativas que puedan traducirse en más inversión, riqueza y puestos de trabajo. Macián avisa, sin embargo, de que «siempre sospechamos de aquellos proyectos donde esté la Generalitat» y lamenta que lleve tanto de tiempo encima de la mesa. Vox reclama a las administraciones que traten esta cuestión «con la mayor diligencia y rigor».

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