Montferri quiere promocionar como reclamo turístico la «otra» Sagrada Familia

Visto el interés creciente, el Ayuntamiento de Montferri empezó a abrir el santuario cada día, a hacer visitas guiadas, incluyendo catas de vinos y cervezas de productores locales, y a explorar más fórmulas de promoción. De momento, ahora se renovará toda la iluminación interior, que había quedado obsoleta, con focos que no funcionan o de otros que tienen temperaturas de color visiblemente diferentes. También está pendiente el arreglo del jardínexterior para cubrir con una barrera verde la zona de aparcamiento, y la señalización lumínica de los accesos al templo.

Las bodas son una de las fuentes de ingresos para el Ayuntamiento que, con recursos propios, se encarga de la conservación del templo. También recibe la ayuda de una asociación local que se constituyó específicamente en beneficio del santuario. Sin embargo, a un precio de entrada de 2 euros, el consistorio tiene que hacer lo imposible para mantener en condiciones este monumento protegido como bien cultural de interés local, una catalogación que ve insuficiente para conseguir subvenciones. Por eso quiere confeccionar un plan director que otorgue más entidad al espacio.

Un Plan Director con el santuario como pieza central

«Hace tiempo que estamos luchando y esperamos que lo podamos poner en marcha este año; es el plan que nos tiene que dirigir, de cara al futuro, a la potenciación del santuario, como una herramienta para identificar los problemas estructurales y dar solución y hacer todo aquello que se quiera hacer en el templo», explica alACN el concejal de Urbanismo y segundo teniente de alcalde, Miquel López. El consistorio confía en que eso les allanará el camino para optar a ayudas como el 1,5% Cultural.

Todo se enmarca en un proyecto turístico de los activos del término de Montferri -como el patrimonio arquitectónico, un entorno natural predominado por la viña, etc. -, que el Ayuntamiento quiere terminar este año con el fin de poder desarrollarlo en un futuro a medio plazo. Es consciente del polo de atracción turística que supone esta pequeña joya arquitectónica poco conocida a pesar de su valor, que muestra el atrevimiento modernista y evoca a la Sagrada Familia.

Jujol, colaborador de Gaudí, inició el santuario de la Virgen de Montserrat el año 1925 encima de una montaña, donde había habido un corral de ganado. El templo, en el que trabajó todo el pueblo, no se acabó, sin embargo, hasta 1999. La estructura, fue construida a partir de ciento veinte arcos catenarios y con forma de barco, con la proa encarada a Montserrat. En el interior predomina la policromía con vitrales de colores vivos, diseñados por el mismo Jujol.