Una concentración en Torredembarra para reclamar más seguridad acaba con violencia y destrozos

Lo que ha empezado como una manifestación pacífica para reclamar más seguridad en Torredembarra ha acabado con carrerillas por las calles, insultos, situaciones de violencia y destrozos. El malestar de los vecinos hacia un grupo de jóvenes extranjeros que ocupan una casa en la calle de las Mimoses y que tienen a gran parte del municipio atemorizado ha llegado a un punto prácticamente insostenible. En ocho meses han sido detenidos en once ocasiones por robos con fuerza en viviendas y en vehículos, desobediencia a la autoridad y hurtos. La noche ha acabado con algunos de los jóvenes heridos y con las puertas y ventanas del centro de menores extranjeros no acompañados (MENA), situado en la avenida de Montserrat, en la zona de los Munts, destrozadas.

Era las 19 horas de la tarde cuando|cuándo cerca de 300 torrencs y torrenques se han concentrado en la plaza de las Monges. Cansados de esta situación de inseguridad, han leído un manifiesto en que lamentaban vivir con miedo y exigían a la administración que tome medidas para solucionarlo. «Vivimos constantemente con el vandalismo, los robos, las agresiones y los desperfectos,» lamentaban, a la vez que exigían más efectivos policiales y medidas reales contra los delincuentes. Los asistentes han empezado a silbar y picar las cazuelas que llevaban de casa «para que nos escuchen», decían.

Durante la concentración ya ha habido síntomas que el ambiente estaba caldeado y que el escenario se complicaría. Una de las organizadoras ha cogido el megáfono para intentar explicar a los manifestantes la situación de estos jóvenes ex-MENA y para tratar de no criminalizarlos, pero lo único que ha recibido han sido ilbidos y gritos de «fuera, fuera»,«que se vayan de aquí, no los defiendas» y «mano dura es lo que hace falta».

Una vez finalizada la concentración, un grupo ya menos numeroso y mayoritariamente joven se ha dirigido hacia la casa que ocupan a estos chicos en la calle de las Mimoses. La tensión ha aumentado y sólo dos dotaciones de los Mossos y una de la Policía Local evitaban que los manifestantes entraran en el interior de la vivienda. Lejos de eso, gritaban «MENA fuera» a la vez que los insultaban.

Al cabo de un rato, el grupo de jóvenes manifestantes se ha marchado corriendo hacia el parque de Cal Llovet, en la zona de la biblioteca, donde habrían encontrado a uno de los ex-MENA y lo habrían intentado apalear. El chico ha conseguido escapar y con la nariz llena de sangre se ha podido esconder en el bazar de la avenida Pompeu Fabra. El grupo de manifestantes lo ha seguido e incluso han llegado a entrar en el establecimiento, provocando alguno destrozo y exigiendo a los propietarios que le obligaran a salir para apalearlo. Minutos más tarde han llegado los dos agentes locales y han bajado la persiana del negocio para asegurar la integridad del joven. A la vez, otro MENA ha conseguido escaparse de otro grupo que lo perseguía en la misma calle de las Mimoses. A las 20.15 h. han llegado dos furgonetas de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra a la casa ocupada, cuando ya no quedaba prácticamente nadie.

El grupo de manifestantes que perseguía a los jóvenes extranjeros se ha dirigido entonces hacia el centro de MENA de la Generalitat en la avenida de Montserrat, a los Munts, donde un grupo reducido ha llegado a provocar importantes destrozos en las puertas y ventanas del edificio. Una vez han llegado los Mossos, ya se habían marchado y quedaban unos cuantos manifestantes que había acudido más tarde y amenazaban a los jóvenes residentes diciendo: «os mataremos». Los educadores del centro no han podido identificar a ninguno de ellos como autores de los daños. Minutos más tarde los manifestantes se han disuelto y los antidisturbios también se han marchado.