Medio Ambiente
Vecinos y empresarios de Pontons, Aiguamúrcia y Querol exigen parar el segundo parque eólico proyectado en la zona
La Generalitat tumbó el primer proyecto, que preveía la instalación de nueve grandes aerogeneradores
El colectivo presentará alegaciones esta semana en contra del parque energético y a la línea eléctrica de evacuación de Pontons en Puigpelat, obras impulsadas por la empresa Eólica La Conca 3 SL. Consideran que las intenciones de la firma suponen «un grave impacto ambiental» sobre el medio y el patrimonio natural del Penedès y aseguran que las obras afectarían negativamente a la economía local agraria, vitivinícola, enoturística y de alojamientos rurales y casas de colonias.
Según el GDT, el proyecto del Parque Eólico Pontons II se basa en una diagnosis del territorio con «poco rigor científico». Los opositores reprochan a los impulsores que obvien las aves que habitan en la zona, y aseguran que la información sobre las especies de anfibios, reptiles y mamíferos es incompleta. Al mismo tiempo, lamentan la falta de datos sobre la flora extendida en el territorio.
El grupo contrario a la infraestructura también advierte que el lugar donde se prevén levantar los cuatro molinos de viento está considerado espacio de protección especial al Plan Territorial Metropolitano de Barcelona, así como al Plan Director Territorial del Alt Penedès. En este sentido, destacan su interés natural y agrario, como espacios conectores y como suelo de protección especial.
En el caso de la línea eléctrica, el colectivo avisa de que la afectación va más allá de los tres municipios, y que también estropeará terrenos del Pont d'Armentera, Vila-rodona, Alió y Puigpelat. La línea, de casi 30 kilómetros, está rodeada de cuatro espacios de la Xarxa Natura 2000, subrayan, mientras aseguran que no está justificada si finalmente los parques eólicos no salen adelante.
Finalmente, el GDT advierte que estas infraestructuras pueden provocar un «fuerte impacto visual» porque temen que se podrán ver «desde toda la plana penedesenca». «No se explica qué retorno tendrá para el territorio», apuntan, asegurando que su construcción sería una «hipoteca para el futuro».