Si tú me la dejas, yo la trabajo

Ayudar a encontrar tierra al pagès y ayudar a encontrar pagès al propietario. Este es el punto de partida del programa del Banc de Terres del Consell Comarcal del Baix Camp, una iniciativa que puso en marcha el Consejo Comarcal el año 2017.

A día de hoy, ya ha propiciado una sesentena de contratos entre personas que disponen de cultivos y no los están explotando y personas que no tienen tierras, pero quieren desarrollar proyectos agrarios. «Lo que ofrecemos es un servicio de mediación», explica Gessamí Sardà, responsable del proyecto. «El objetivo final es revalorizar la tierra y el sector agrario y reactivar la economía de los pueblos de interior y de montaña», asegura.

Entre los ofertantes hay tanto personas que tienen tierras en desuso como pagesos que han llegado a la edad de jubilación y buscan un relevo o, incluso, propietarios que buscan a un mediador para formalizar un acuerdo verbal previo. Entre los solicitantes, explica Gessamí, hay desde «profesionales consolidados a pagesos en vías de profesionalización, pasando por personas que quieren desarrollar proyectos de vida en el medio rural».

En todos los casos, la función del Bancde Terres es la mediación, que culmina en un tipo de contrato que puede variar según los intereses de cada uno, y que van desde la simple cesión de uso gratuito con derecho a explotación hasta la opción de compra. Ofertantes y solicitantes pueden ver fácilmente la oferta que hay en ambos lados a través de la página web del programa. Allí se puede localizar muy claramente, en un mapa de la comarca, las tierras que hay disponibles en cada municipio, así como los perfiles de las personas interesadas. Mirando el mapa se observa que en municipios como Arbolí, Alforja, Riudecanyes o Riudoms, hay un buen número de personas que han llegado a acuerdos de cesión.

Como consecuencia de todo este trabajo, explica Gessamí Sardà, «se han dado unos cuantos casos de incorporaciones de personas que han pasado a ser profesionales del sector agrícola, así como casos que han permitido la consolidación, porque a pesar de tener hectáreas familiares, les faltaba terreno para acabar de incorporarse plenamente». De rebote, detalla Sardà, el Bancde Terres también está contribuyendo a fomentar el retorno al entorno rural: «El proyecto se centra en las tierras en desuso, pero hay muchísima gente que busca eso pero con la posibilidad de vivienda añadida». Este valor añadido es también una de las claves del programa. «El mundo agrario requiere de una gran inversión inicial y tiene una expectativa de retorno baja, por eso hay un perfil de demandante que encuentra un valor añadido en el hecho de convertirlo en un proyecto de vida, valoran uno intangible que no es el económico», asegura.

El Bancde Terres del Baix Camp es también una plataforma de difusión y formación para el desarrollo agrario, en la cual los usuarios pueden compartir recursos sobre la base de la producción de calidad y la sostenibilidad del modelo socioeconómico rural y cooperativista.