Turismo
En el Delta del Ebro y la Terra Alta se disparan las reservas turísticas para Semana Santa
Los establecimientos de interior del Camp de Tarragona tienen más demanda que los de la costa
Aunque todavía encuentra que es pronto para hacer una previsión sobre la ocupación que tendrán para Semana Santa, adelanta que si llegan al 50% estarán «contentos». La gente tiene ganas de pasárselo bien. Cuando la movilidad es posible, el mercado existe», expone. Para estas fechas desde la FEHT estiman que habrá abiertos un 80% de los campings, un 50% de los apartamentos y entre el 15 y el 20% de los hoteles de la demarcación.
Más allá de no poder recibir clientes de fuera de Cataluña, la otra nota negativa que afronta el sector es la no apertura de PortAventura. «Es un polo de atracción importante. Se pueden hacer colas enlas estaciones de esquí pero no enPortAventura. No lo entendemos», señala. Todo apunta también que se podran reactivar las calçotades, especialmente en la zona de Valls. Así lo indica Magí Mallorquí, presidente de la Associació Hotelera de la Província de Tarragona, se muestra esperanzado: «Cuando se publicó el decreto en el DOGC todo eran llamadas y reservas», indica.
En el Campde Tarragona, los establecimientos del interior se están llenando más que los de la costa. Una tendencia que según Guardià es habitual para Semana Santa. En el Priorat, por ejemplo, los establecimientos de enoturismo ya están «al 100%». Roger Felip, presidente de Priorat Enoturisme, entidad que agrupa un tercio de la oferta de alojamientos de la comarca, afirma que las reservas empezaron a llegar «cuando se intuía que se abriría» la movilidad. «Fue todo muy rápido», indica. Las casas rurales también parece que presentarán buenos registros.
Unas reservas que sobre todo han llegado de clientes del área de Barcelona. A pesar de la satisfacción para poder llenar, se muestran «asustados» por«pasar de cero a cien» y que un nuevo confinamiento no les vuelva a hacer parar máquinas. «Ahora nos faltará personal y después quizás nos dicen que vuelven a cerrarlo todo», expresa preocupado Felip. Para Mallorquí, lo principal es poder empezar a recuperar la actividad y sacar trabajadores de los ERTE.
En cambio, para este fin de semana los clientes parece que no llegarán. Los establecimientos de Priorat Enoturisme tan sólo tienen previsto ocupar en torno al 20% de las plazas, en parte porque las previsiones meteorológicas indican mal tiempo. La tendencia será similar al resto del Campde Tarragona. Guardià remarca que hay muchos establecimientos que todavía no habrán abierto y considera que la Semana Santa será «una prueba» para ver cómo puede ir el verano. Una campaña en la que se prevé que el turismo de proximidad tenga un papel muy protagonista.
Buenas perspectivas en el Delta del Ebro
En el Delta del Ebro, las reservas se han disparado desde la semana pasada. La ocupación de las casas rurales y las barracas, principalmente con un máximo de entre seis y ocho plazas, ya es del 85% para Semana Santa. Los hoteles y campings también se están llenando. La mayoría prevén abrir a partir del 26 de marzo. Los clientes se interesan especialmente por las condiciones de anulación en caso de que la movilidad se volviera a restringir.
Desde la Associació d'Empreses i Activitat Ecoturístiques del Delta de l'Ebre confían en que la recuperación sea rápida en el territorio porque la mayoría de clientes son turistas de proximidad -el año 2019, el 90% de los turistas vinieron de Cataluña y el resto del estado español-. También consideran que lesfavorecerá que el desplazamiento al Delta se tiene que hacer en transporte privado y que la mayoría de actividades se proponen enla naturaleza y en espacios abiertos.
La inmediata reacción de muchos potenciales clientes que han reservado para semana santa a partir del anuncio de relajamiento de las restricciones de movilidad se limita, pero, en muchos casos, a los alojamientos que ofrecen un máximo de entre seis y ocho plazas: es decir, aquellos adecuados para acoger un grupo con el máximo de personas según permiten las medidas actuales o, que a pesar de disponer de una capacidad más alta, puedan asumir económicamente los ocupantes. Así lo constatan desde la Associació de Turisme Rural de les Terres de l'Ebre (Aturebre).
Dudas en los alojamientos grandes
Prácticamente todos los establecimientos de estas dimensiones están reservados, pero sólo representan en torno al 25% de la oferta total de los más de una treintena de asociados. La mayoría restante, muchas casas se sitúan en torno a las 10 y 12 plazas pero algunas llegan hasta la quincena, ven difícil, incluso, poder abrir. «Los propietarios dicen que sólo poner en marcha la calefacción ya no sale a cuenta. Y cuando no sale a cuenta es mejor tenerlas cerradas», apunta el portavoz de Aturebre, Juanjo Bel.
La evolución de las restricciones de movilidad pero también un posible punto de encuentro entre la oferta y la demanda, partiendo que una rebaja de precios de estos alojamientos de mayor capacidad facilite que los clientes estén dispuestos a pagar más, marcará el resultado final de esta Semana Santa. Unos días que, durante las temporadas anteriores a la pandemia, se caracterizaban por elevadas ocupaciones, prácticamente plenos totales, en el territorio. «La perspectiva la vemos mala: nos podría salvar que las restricciones para los días de fiesta sean menores. Pero no lo creo, viendo los datos, tendría que haber una mejora muy importante», cierra.
En la Terra Alta ya habían recibido varias reservas antes del anuncio de relajación de las restricciones. Un hecho que atribuyen a una política «muylaxa» en materia de cancelaciones. Desde el lunes, sin embargo, el interés y la demanda se han disparado, según reconoce la presidenta de la Associació de Turisme Rural de la Terra Alta, Pilar Miró. «Ahora hay un boom», apunta.
En la zona más próxima al macizo de los Ports, los establecimientos de municipios como Horta de Sant Joan, Arnes o Bot ya tienen reservadas prácticamente todas las plazas. En la zona de Vilalba y Gandesa se sitúan en torno al 50%. Según explica Miró, en el caso de la Terra Alta la capacidad y dimensiones de las viviendas no está condicionando las reservas. «Se cogen igualmente», reconoce la presidenta de la asociación, recordando que un cambio en las restricciones de movilidad podría modificar, en un sentido u otro, el resultado de ocupación final.