Un taller artesano del Priorat regalará palmas a ancianos de residencias de toda Cataluña
Destinará el 1% de las ventas a esta iniciativa solidaria
Esta empresa familiar lopasó malel año pasado, cuando se le acumulaban en el taller decenas de miles de palmas trenzadas a mano. Se las ingenió para llegar al cliente final por Internet con el gancho de ser palmasya bendecidas, aunque un 30% de la producción se estropeó. «Caja cero, después de un año trabajando», se lamenta Vaqué. Pero no han flaqueado y en octubre se volvieron a poner con ganas, conscientes de que el efecto llamativo del año pasado, en pleno confinamiento, se ha podido difuminar.
Después de cuatro generaciones, este año hemos aprendido un montón de cosas nuevas del negocio y hemos visto que nos encanta tratar con el cliente final: hacemos trajes a medida y todo son facilidades», afirma Vaqué. La venta online mantiene buen ritmo. En paralelo, este año se han recuperado los intermediarios. De momento, han repartido 20.000 palmas a distribuidores, sobre todo floristerías. «Hemos enviado un 70% de lo quevendieron en el 2019», apunta. En términos de unidades, las ventas se reparten a partes iguales entre tiendas e Internet.
Son cifras, sin embargo, que quedan lejos de las 70.000 palmasque se llegaban a vender en un año normal. «Si vendiera la mitad del 2019 ya estaría contento», reconoce Vaqué. «Yo sé lo que he servido de momento, pero no sé qué acabaré vendiendo», observación. A pesar de todo, ve el vaso medio lleno y se emplea para mantener vivo el negocio familiar, desde atender encargos especiales -como una palma gigantesca para el Ayuntamiento de Calella- a vender kits para hacerse uno mismo la palma. «Hay que adaptarse», concluye.