Turismo
Campings, casas rurales y apartamentos acaparan las reservas para Semana Santa en Tarragona y el Ebro
El sector turístico se reactiva para el mercado catalán con la esperanza de poder recibir extranjeros en verano
Uno de los que ya lo tienen todo a punto esel Camping Platja Montroig. Cinco meses después, vuelve a levantar la barrera este viernes y empieza a recibir clientes. En este establecimiento del Baix Camp hace semanas que trabajan a contrarreloj para dejar las instalaciones a punto, animados por el hecho de que los últimos días la recepción está atendiendo un goteo constante de llamadas para pedir información o confirmar reservas. En su caso, en condiciones normales predominan los clientes internacionales. Su peso es del 60% -sobre todo holandeses, franceses, alemanes y británicos-, mientras que catalanes y españoles suponen el 40% restante.
Las previsiones de ocupación para esta Semana Santa son en entre un 30% y un 40%, unas cifras «buenas», teniendo en cuenta que el recinto tiene mucha capacidad y que, en un año convencional, suele llegar al 50%. El director del Platja Montroig Camping Resort, Alejandro Giménez, constata que de cara a este periodo hay «ganas de viajar» y que el camping es «un entorno seguro» y con grandes activos naturales. La primavera se ve con incertidumbre pero las previsiones de cara al verano son positivas. «Creemos que podemos alcanzar un 80% o 90% de lo que se hizo en el 2019. También entendemos que la situación estará más normalizada, que podrán venir turistas extranjeros y que habrá mes libertad a la hora de viajar», confía Giménez.
Una Semana Santa atípica en la Costa Daurada
La situación será especialmente complicada en la zona de la Costa Daurada centro, con fama turística internacional por la oferta de sol y playa y atractivos como PortAventura, que tenía que abrir el sábado pero que no lo hará, al menos, hasta el 23 de abril. Este año la zona tampoco acogerá los grandes torneos que movilizaban miles de deportistas. La mayor evidencia de esta Semana Santa atípica es la nula actividad que se prevé en el aeropuerto de Reus. Aún así, los diferentes sectores y destinos se apresuran a poner en valor sus propuestas con el fin de intentar seducir al turista de proximidad. Los municipios que reúnen más segundas residencias tienen el éxito garantizado.
Ante el ritmo de reservas de los últimos días con la apertura del confinamiento en toda Cataluña, el presidente de la AssociacióHotelera de la Província de Tarragona, Magí Mallorquí, se muestra optimista con las previsiones de Semana Santa. El portavoz de esta asociación recientemente creada, que representa unos 130 hoteles de la demarcación, calcula que se superará el 80% de ocupación de las plazas hoteleras. Son buenos datos en comparación con el año pasado, pero todavía quedan lejos del qué sería un año normal.
Aparte del predominio del turismo de proximidad, otra tónica que se dará este año serán los niveles de ocupación dispares. Mientras el 85% de los hoteles de la Costa Daurada, más orientados a la touroperación internacional, permanecen cerrados, los establecimientos que están abiertos en zonas rurales y municipios interiores pueden llegar a la plena ocupación. «Se están moviendo reservas en todo tipo de hoteles, de los que tienen siete habitaciones a más de 200, la gente tiene ganas de salir y viajar», asegura Mallorquí. Los días más fuertes serán de jueves a sábado, mientras domingo suma reservas de última hora. El empresario reitera que los hoteles cumplen con todas las normativas a nivel sanitario y reclama que se desencalle la posibilidad de ofrecer cenas en hoteles y restaurantes.
Según los datos de la Federació Empresarial d'Hostaleria i Turisme de la província de Tarragona (FEHT), en la costa las ocupaciones serán bajas y medias, es decir, entre un 30% y un 60%. «Es un inicio interesante. Reabriremos los establecimientos con todas las medidas de seguridad, daremos trabajo a nuestros profesionales y nos pondremos otra vez en marcha con la esperanza de que este verano sea sustancialmente mejor que el del año pasado», apunta la presidenta de la FEHT, Berta Cabré. En el interior y en las Terres de l'Ebre, donde los establecimientos turísticos son más pequeños, se prevén ocupaciones del 60%, con algunos lugares donde se llegará al 100%.
Un «tsunami» de reservas en el Priorat
Es el caso del Priorat, donde los establecimientos turísticos llenarán por Semana Santa. «Es un tsunami de llamadas y reservas», explica Roger Felip, presidente de Priorat Enoturisme. Sin embargo, Felip apunta que «es un público diferente del habitual», que busca principalmente hacer vacaciones y «que no tiene los mismos objetivos e intereses» que el visitante enoturista, más preocupado por «visitar bodegas en un entorno de exclusividad». Aún así, apunta que es una situación que pasa siempre por Semana Santa y enagosto. De todos modos, la particularidad de este año es que los restaurantes ya tienen todas las mesas ocupadas, a causa de la restricción de aforo del 30%, y en los últimos días los empresarios tienen que rechazar clientes. En la Conca de Barberà también hay buenos registros de ocupación, aunque el brote de covid-19 en Montblanc y el llamamiento a la prudencia de su alcalde han propiciado un goteo de cancelaciones.
Por su parte, la presidenta de la Associació de Turisme Rural de la Terra Alta, Pilar Miró, señala que a día de hoy la ocupación en los establecimientos de la comarca ronda entre el 75% y el 80% para Semana Santa, y que confían poder llegar a la plena ocupación. «Cada día hay llamadas. La gente quiere venir y es normal, porque lo que quieren en este momento es salir», reflexiona. Los establecimientos de la zona siguen aplicando las medidas implementadas el año pasado por la covid-19 con lo que, indica Miró, «la gente puede venir tranquila».
Dificultades a la hora de llenar casas grandes
En las casas rurales del Baix Ebre y el Montsià la previsión para los próximos días festivos -de jueves a lunes- podría llegar a situarse en torno al 60%, según los datos que enemista la Associacióde TurismeRural de les Terres de l'Ebre (Aturebre). Una cifra muy por debajo de campañas anteriores y que, en esta ocasión, se ve especialmente condicionada por las medidas restrictivas impuestas para contener la pandemia de covid-19. Así, mientras que enlos establecimiento de hasta ocho plazas la ocupación previstaya es total, las casas mayores corren el riesgo de quedar vacías -la mayoría de las plazas.
El portavoz de Aturebre, Juanjo Bel, ha reconocido un incremento de llamadas los últimos días y no descarta un repunte de reservas este fin de semana o de última hora. Pero el tipo de cliente familiar limita la posibilidad de que se acaben reservando casas con una mayor capacidad de la necesaria a precios bastante más elevados. «Quedarán casas grandes vacías y no creemos que se puedan llenar. A última hora se podría, pero son familias y no te cogerán una casa grande», certifica. Creen, de hecho, que hasta que no se flexibilicen las restricciones las perspectivas son nefastas y recuerdan que unos pocos días no pueden modificar la tendencia. «Hasta que no cambien las restricciones, las casas grandes estarán cerradas y si en verano continúa lo seguirán», cierra Bel.
Mucha actividad en el Delta del Ebro
En el caso concreto del Delta del Ebro, con viviendas rurales con generalmente menos plazas que en lallanurainterior, las previsiones son bastantes más optimistas. La Federació d'Associació d'Empreses d'Ecoturisme valora positivamente la dinámica «muy activa» de los últimos días, tanto con respecto a peticiones de información como reservas. Según su vicepresidenta, Montse Callau, alojamientos, casas rurales y bungalows de campings registran ya un pleno total. Plazas de hotel y aparthotel se sitúan también rozando este pleno, entre un 95 y un 98%, según ha precisado. Las actividades, que a menudo se suelen reservar a última hora, tienen en estos momentos un nivel de reservas en torno al 70%.