Alcover restringe el paso de vehículos para regular la afluencia de excursionistas al Vall del Glorieta

El municipio de Alcover (Alt Camp) ha restringido el paso de vehículos este domingo hacia el Vall del Glorieta para regular la afluencia de personas que querían hacer una ruta por este paraje natural. Los agentes municipales han cerrado el acceso desde el núcleo urbano a media mañana cuando el aparcamiento de Mas de Forès ha alcanzado la capacidad máxima y, desde entonces, sólo han permitido el acceso a pie. Esta Semana Santa, el Ayuntamiento ha vuelto a poner en marcha el dispositivo del verano pasado para controlar el alud de visitantes y ha doblado el precio del aparcamiento para fomentar un turismo «respetuoso» con la naturaleza.

En paralelo, el consistorio de Mont-ral también se ha mostrado preocupado por el incremento de visitantes y ha reclamado más ayuda supramunicipal.

Desde este jueves, el Ayuntamiento de Alcover ha impedido el paso de los coches que querían acceder al Vall del Glorieta una vez se han llenado las 80 plazas que tiene disponibles el aparcamiento de Mas de Forès. La medida se acordó el verano pasado para regular la masificación de este paraje, a raíz del incremento de excursionistas, en buena parte por la situación de pandemia. «Si no hubiéramos tomado la determinación de tomar medidas, ahora mismo, la situación sería caótica y difícil de gestionar», ha afirmado a la ACN el concejal de Cultura, Comunicación y Turismo Josep Maria Girona.

Este año, entre las actuaciones para controlar la afluencia de visitantes a la zona, el consistorio ha incrementado el precio de la zona de aparcamiento, de cinco a diez euros, y está estudiando la posibilidad de habilitar parkings disuasivos al núcleo de la población. «Se trata de encontrar un turismo que sea respetuoso con el medio ambiente, que sea cívico, y que sepan que Mas de Forès y las montañas de Prades es un lugar a preservar», ha justificado Girona. Además, también trabajan para automatizar el servicio a través de barreras. «Lo que queremos evitar es la motorización en la medida del posible», ha añadido.

Entre los excursionistas de este domingo por la mañana había muchas familias y grupos de amigos que hacían la ruta a pie. Es el caso de Laura Fuertes y Laura Estric, dos jóvenes de Vilanova i la Geltrú, que han decidido pasar el día en la zona. Fuertes explica que hicieron la caminata el verano pasado con su pareja y que les gustó muchísimo. Por esta razón, ha optado por repetir la experiencia con su grupo. «Me parece muy bien, aunque estemos al aire libre son necesarias las restricciones; por el hecho de que esté regulado te hace sentir más seguro», han asegurado las dos amigas.

Maria José, sus tres hijos y marido, comparten la opinión de las jóvenes. Ven con buenos ojos que se regule la presencia de visitantes con el fin de preservar la naturaleza. Ellos han hecho parada en este lugar después de pasar los días de vacaciones de Semana Santa haciendo una ruta por la comarca del Baix Camp en autocaravana. A la vez, esta familia de Montmeló (Vallès Oriental) señala que han visto a muchos turistas en los últimos días. «Todos teníamos ganas de socializar, pero quizás se ha notado un poco demasiado», ha comentado Maria José.

Maria Teresa y Gemma Roig, dos hermanas de Vilanova del Camí (Anoia), también consideran que la medida de regular la afluencia de personas es positiva, sobre todo porque permite la conservación del espacio. «Es un paraje natural bien bonito y en el camino te indica que no se puede estacionar porque te multarán; imagino que sino estaría lleno de coches, me parece perfecto porque cuando llegas aquí sabes que tienes un parking», ha destacado Roig. Ellas han aprovechado su estancia en un apartamento de Creixell esta Semana Santa para visitar el nido del Águila, donde no habían estado nunca.

Mont-ral pide más recursos y ayudas

En Mont-ral (Alt Camp) se encuentran en la misma situación con respecto a la llegada masiva de personas. Según su alcalde, Francesc Xavier Pagès, están preocupados y se sienten «impotentes» porque no tienen la capacidad ni los recursos económicos para actuar. Ante esta situación, el consistorio ha habilitado una finca en Farena, como ya hizo el verano pasado, para que los vehículos puedan aparcar y evitar que estacionen en los arcenes de la carretera. También han habilitado un aparcamiento al núcleo de la villa para evitar el «caos» que sufren los fines de semana por el incremento de visitantes.

«Hay gente que no hace caso a las señales y aparcan igual en la carretera o delante de caminos obstaculizando los de los vecinos y, eso hace que algunos de ellos se indignen», ha subrayado el alcalde. Por eso, reclama a las administraciones supramunicipales que los ayuden a controlar la afluencia de excursionistas y visitantes en la zona con más patrullas de Mossos d'Esquadra y Agentes Rurales. «Eso es insostenible para la naturaleza y peligroso para las personas que nos visitan porque si se pone fuego todos correremos; no podemos y no sabemos como evitar la llegada de estas personas», ha cerrado Pagès.

«Reclamamos la declaración del Parque Natural de las Montañas de Prades»

Ayuntamientos y los Consejos Comarcales del Alt Camp y del Priorat reclaman a la Generalitat que declare la zona como Parque Natural de las Montañas de Prades para poder tener más recursos y control sobre esta zona. Después de presentar varias mociones, ahora se quedan a la espera de la formación del nuevo gobierno para desencallar el proyecto que se puso sobre la mesa por primera vez el año 1976. «No habrá una solución definitiva hasta que no se haga el parque natural de Prades», ha insistido Girona.

El Ayuntamiento de Alcover controlará el acceso al valle, cada fin de semana, hasta el 11 de septiembre.