Cultura
L'Espluga de Francolí devuelve la vida a los locales comerciales cerrados con muestras de artesanía y artísticas efímeras
El proyecto Espacios Vivos de Arte quiere revertir la pérdida de comercios al centro del municipio y repensar el uso de los espacios
«Es un proyecto de dinamización local, comercial, cultural y artística; hemos detectado que hay una alta densificación de locales cerrados, sucios y en desuso, y lo que hacemos es reabrirlos a través del arte», ha detallado el concejal. De hecho, ha explicado que gracias a esta iniciativa se han reabierto dos de los once locales cerrados en la calle Jordi Torres durante los tres días programados de propuestas artísticas. «Tejemos y urdimos un eje comercial más reforzado, esta es una prueba efímera, emergente, pero a partir de aquí tenemos que activar los locales, no sólo de arte sino con nuevos modelos de negocio», ha añadido.
En tiempo de pandemia, el proyecto también quiere dar apoyo a la creación artística, artesanal y cultural. «La cultura es un bien esencial, demostramos que es posible programa en plazas, calles y en espacios escénicos y patrimoniales. Queremos poner en valor nuestro patrimonio local y también la singularidad de nuestro municipio», ha expresado Mercadé. A la vez, el concejal ha subrayado que el proyecto de Espais Vivos de Arte es una iniciativa viva, emergente y dinámica que tendrá continuidad más allá de este fin de semana.
Entre los artesanos que han participado en el proyecto hay en Lluís Soler y Núria Albà, dos ceramistas de Senan que hace más de 40 años que se dedican a este oficio. Los ceramistas se ha instalado en el antiguo local de la pastelería de Cal Cabal donde han expuesto piezas hechas en su taller de porcelana, arenisca o barro rojo. También han mostrado en crudo los diferentes barros para hacer pedagogía. «Desde hace años, los centros de las villas se están quedando vacíos de vida comercial, pienso que es interesante la iniciativa y creo que otras poblaciones tendrían que tomar ejemplo», ha destacado Albà.
Comparte opinión Anna Sínia, cestera de la Riba y Vimbodí, que considera que el proyecto de reabrir espacios cerrados es «muy bonito, porque se les vuelve a dar vida». Además, la cestera ha remarcado que es una manera de dar visibilidad a los artesanos y de reencontrarse. «Muchas veces aunque estemos en el pueblo del lado la gente no sabe qué trabajo hacemos, ojalá lo hiciéramos más a menudo y en muchos más pueblos», ha opinado. En su caso, sólo vende a través de Internet, pero asegura que se podría plantear utilizar el local de l'Espluga de Francolí como taller y tienda para vender.
Aparte, de los seis locales reabiertos por la ocasión, también se han abierto dos de los talleres de los maestros artesanos del municipio y el Museo de la Vida Rural se ha sumado a la iniciativa con una exposición. En paralelo, se han programado actividades culturales, como la proyección de un audiovisual, donde las alumnas de la Escuela de Danza del Casal recuerdan con un baile los aguaceros de octubre del 2019. Los actos culturales se cerrarán este domingo por la noche con el primer espectáculo del proyecto Circuito Nómada de Feria Tàrrega, hecho en la Cueva. Se trata de la representación de la obra '360º Grams', d'Ada Vilaró.