El año pasado el consumo de agua de los consorciados del CAT (Consorci d'Aigües de Tarragona) se redujo un 14%, un 9% por parte de los ayuntamientos y un 21% por parte de las industrias. Es resultado del impacto de la covid que, a la vez, no ha sido significativa en los ingresos. El componente variable de la facturación ha sido de 425.000 euros, pero se han compensado por|para la reducción de los gastos como la energía y la potabilización. El CAT ha devuelto también 3,55 MEUR del canon del agua a los consorciados a raíz de la sentencia del TSJC que obliga al ACA a devolver el tributo del periodo 2012-2016. Finalmente se ha anunciado una inversión de 9,8 MEUR para los próximos años en nuevos depósitos o la mejora de la red de distribución.
La Assemblea General del Consorci d'Aigües de Tarragona ha aprobado las cuentas de 2020. El director-gerente del Consorci, Josep Xavier Pujol, ha explicado las inversiones previstas en los próximos años, como los depósitos reguladores ubicados en Cunit y Vila-seca, la construcción de un nuevo depósito en el ETAP de L'Ampolla, la implantación de un sistema de oscultación estructural en la cañería principal, y el proyecto para reducir el riesgo microbiológico, que ya se ha iniciado.
El CAT también tiene en marcha la implantación de un nuevo sistema de seguridad física en las instalaciones de l'Ampolla y ha entregado la fase 1 del proyecto para abastecer con agua del Ebre una decena de municipios al Consell Comarcal de la Conca de Barberà.
En la asamblea se ha informado de que en diciembre y en enero pasados se pagó el retorno del canon del agua a los consorciados, un importe de 3,55 millones de euros que ha devuelto la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) a raíz de una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) que daba la razón al CAT en relación con el sujeto pasivo del canon del agua. El ACA ha devuelto el tributo del periodo entre el año 2012 hasta el segundo trimestre de 2016.