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Los pueblos de Tarragona sin cajero tienen el más próximo a 7 km por término medio

Según un estudio, los vecinos de la demarcación tardan una media de 10,5 minutos en llegar a un municipio con sucursal bancaria y tienen que recorrer 6,9 km

Imagen de dos vecinos del barrio de Sant Pere i Sant Pau de Tarragona haciendo gestiones al cajero.

Los pueblos de Tarragona sin cajero tienen el más próximo a 7 km por término medioGerard Martí

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Los vecinos de los municipios de la provincia de Tarragona que no disponen de entidad bancaria son los que más tardan a acceder a las oficinas de otro pueblo, por encima de la población de Barcelona, Lleida y Girona. Así lo indica el estudio Distribución de la población y accesibilidad a los servicios en España. Con datos del 2019, los tarraconenses que viven en pueblos pequeños que se han quedado sin banco tardan una media de 10,5 minutos en llegar al más próximo, que se encuentra a una media de 6,9 km de distancia. Si bien es cierto que en la provincia de LLeida el municipio más próximo con entidad bancaria está a 8,2 km, tardan un poco menos al llegar que los tarraconenses, 10,4 minutos. Con respecto a Barcelona, se encuentran a 6,3 km y tardan 9,9 minutos y, finalmente, en Girona esdonde lo tienen más fácil, ya que está a una distancia media de 5,4 km y tardan 8,2 minutos.

Con todo, y con una comparación de datos desde el 2008 hasta el 2019, el estudio asegura que Tarragona es la provincia donde más ha aumentado la distancia entre los pueblos que no tienen sucursal bancaria y los que sí, con un incremento del 0,7%, mientras que también ha aumentado en un 0,9% el tiempo que cuesta llegar. En este sentido, hay que destacar el número de oficinas de bancos que se han perdido en estos últimos años. Fue el 2008 cuando la red de sucursales en toda España llegó a su punto álgido, llegando a las 46.000 oficinas. Hasta el 2019 se han cerrado la mitad. «Un ajuste de capacidad que ha sido necesario para mejorar la eficiencia del sector bancario como principal vía para mejorar su rentabilidad», indican Francisco J. Goerlich, Joaquín Maudos y Silvia Mollá, autores del estudio. Con respecto a los municipios, en el 2008 había, en el conjunto del Estado, 3.594 sin oficina, cifra que ha aumentado a los 4.287 en el 2019, con 693 más, provocando que más de la mitad de pueblos y ciudades de España no tengan una sucursal (52,7%).

Reducción del número de oficinas

A nivel local, la provincia de Tarragona tenía, en septiembre de 2008, 837 oficinas bancarias repartidas por el territorio, y hasta el 2019 sufrió una bajada que hace que actualmente sólo haya 299, un 64,3% menos. Además, en el 2019, 107 de los 184 municipios de la demarcación ya no disponían de sucursal (58,2%), de manera que 62.960 personas de las 804.664 (7,8%) que viven allí no disponen de banco ensu pueblo. En este sentido, Tarragona es la provincia catalana que tiene más municipios sin sucursal bancaria, pero la de Lleida es la que tiene más habitantes sin este servicio en su municipio, 40.183 personas de las 434.000 que viven allí, un 9,2%. La demarcación de Barcelona es la que sufrió una reducción más fuerte de número de entidades bancarias, pasando de 5.910 en el 2008 en sólo 2.058 en el 2019, un 65,2% menos. Girona pasó de tener 866 a tener 320 durante estos 11 años, con una reducción del 63%, y el 57% de municipios gerundenses no tienen sede bancaria y el 8,1% de los habitantes, 62.231 de los 771.044 que viven allí, no tienen en su pueblo.

Al respecto, las conclusiones del estudio dicen que «el mayor porcentaje de la población financieramente excluida reside en municipios muy pequeños. Así, en el 2019, el 82,8% de los pueblos españoles que no disponen de oficinas bancarias tienen menos de 500 habitantes, concentrando el 30,8% los que no llegan en los 100». Por otra parte, se señala también que «los municipios que tienen entre 5.000 y 10.000 habitantes sólo representan el 0,1% de los que no tienen sucursal. En consecuencia, la probabilidad de no tener acceso a una oficina bancaria en el lugar de residencia es muy mayor si se vive en un municipio pequeño». El estudio también pone de relieve que el hecho de no tener acceso a una oficina bancaria en el municipio donde se reside «no es sinónimo de exclusión financiera, ya que cada vez es menos relevante la oficina como vía de acceso al servicio». Así, los autores aseguran que esta reflexión es «cada vez más pertinente», teniendo en cuenta, principalmente, el impulso que ha cogido la banca en línea con la pandemia de la covid-19. Si bien es cierto que cada vez más gestiones bancarias se pueden hacer de manera telemática, el estudio también tiene en cuenta a aquellos colectivos poblacionales en los cuales sí que los supone un problema no poder acceder en una sucursal bancaria, ya sea porque viven en pueblos sin Internet o porque no disponen de las habilidades necesarias para hacer las gestiones telemáticas.

Efectos de la covid-19

Así, de la misma manera que la pandemia de la covid-19 ha creado un escenario óptimo para acceder a los servicios financieros en línea, también ha provocado el cierre de muchas oficinas y el despido de muchos trabajadores de varias entidades. Sin ir más lejos, durante estas últimas semanas se han visto manifestaciones de la plantilla del BBVA y de CaixaBank, en Tarragona y Barcelona, entre otras ciudades, protestando contra los ERE previstos por las empresas.

En el caso del BBVA, Catalunya será la comunidad autónoma del Estado español más afectada, ya que la entidad tiene previsto recortar casi 1.200 puestos de trabajo en el país, un 30% sobre el total del Estado, y reducir en 204 el número de oficinas, el equivalente al 38% de la red actual. Tarragona es la demarcación más perjudicada en términos porcentuales, con un total de 185 despidos, el 35,4% sobre la plantilla actual. Con respecto a CaixaBank, el ERE previsto afectará casi a 8.300 trabajadores del grupo.

Tarragona, la tercera provincia catalana con más municipios sin centro de salud

El estudio Distribución de la población y accesibilidad a los servicios en España no habla sólo de oficinas bancarias, sino que también analiza la accesibilidad a los servicios en el ámbito de la salud y en el de la educación. En este sentido, es importante destacar que la de Tarragona es la tercera provincia con más habitantes sin centro de salud en su municipio, que representa el 18,1% de la población. La más afectada es Lleida, con un 32,7% de los habitantes que no disponen de este servicio en su pueblo; un 24,5% en el caso de la demarcación de Girona y un 5,7% con respecto a Barcelona. Asimismo, Tarragona se encuentra en la misma posición cuando se trata de la distancia y el tiempo que separan los municipios sin hospital de los que sí que tienen. Así, por término medio, los habitantes de pueblos tarraconenses sin hospital tardan 16,9 minutos y recorren 14 km para llegar al municipio que sí que tiene. De la misma manera, los leridanos son, de nuevo, los más afectados, ya que tardan por término medio 28,8 minutos y recorren 29,9 km. Los gerundenses tardan 19,7 minutos para recorrer una distancia media de 16 km y, finalmente, los de Barcelona tardan 13,3 minutos y recorren una distancia de 8,4 km desde los municipios sin hospital en el centro más próximo. Con respecto a la accesibilidad a servicios de enseñanza no superiores, Tarragona también es la tercera demarcación catalana con más municipios sin centros de educación infantil de segundo ciclo o primaria. Concretamente se trata de un 16,5% de los 184 municipios que no disponen de este servicio. A pesar de todo, se trata de pueblos con un número muy pequeño de niños de entre 3 y 11 años, ya que el total de afectados por esta falta de centros supone sólo un 0,5% de los niños y niñas de esta franja de edad de la provincia. En este caso, el territorio catalán más afectado es Girona, donde el 32,1% de los municipios no dispone de centro de educación infantil de segundo ciclo o de primaria, lo que supone que un 2,8% de los niños de entre 3 y 11 años tienen que desplazarse a otro municipio. Con respecto a Lleida, las cifras también son bastante altas. Un 30% de los pueblos de la provincia de ponentno dispone de centros que ofrezcan esta enseñanza y, por lo tanto, un 2,3% de los niños tienen que ir a estudiarlo a otro municipio. Sólo el 14,5 de los pueblos de Barcelona no ofrecen este servicio, lo que afecta al 0,1% de los niños y niñas de esta franja de edad. Finalmente, el 74% de los municipios de Tarragona no tienen centro de ESO, de manera que un 13,9% de los alumnos se tienen que desplazar. Una cifra que en el caso del Bachillerato aumenta al 77,4% de municipios y al 16,% de los alumnos.

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