Educación
Menos alumnos pero más aulas a las PAU en la demarcación de Tarragona
La resolución del TSJC no condiciona el desarrollo de los exámenes
En cambio, la resolución del TSJC no ha sido «en absoluto» ningún problema, ha remarcado Español. «Fuera de las aulas se han puesto carteles diciendo lo que ya se les ha dicho siempre, que no hay ningún problema y que pueden pedir el examen en castellano,» ha razonado. Además, ha asegurado que esta cuestión los jóvenes «ya la saben del instituto». «Ha efectos prácticos no ha cambiado nada», ha reiterado. El cartel, en catalán, castellano y aranés, dice el siguiente: «Recordad que, como cada año, tenéis a vuestra disposición los exámenes en las diferentes lenguas cooficiales de Cataluña. Os deseamos todos los aciertos en la realización de las PAU».
Menos alumnos, pero más aulas
El número de estudiantes que este año se ha inscrito a las PAU en la demarcación es ligeramente inferior al del 2020. Así, de 3.749 se ha pasado en 3.592, según datos facilitados por la URV. A pesar del descenso, Garcia Español ha explicado que la cifra sigue estando unas 100 personas por encima de lo que correspondería demográficamente.
Sin embargo el número de aulas se ha incrementado. La razón es que el año pasado las pruebas se hicieron en julio y eso hacía que los centros, tanto universidades como institutos, estuvieran vacíos. Una situación que este año no se produce y que ha obligado a habilitar nuevos espacios, como el Complex Educatiu de Tarragona o el InstitutJaume Huguet de Valls.
El primer examen, fácil
La primera prueba que han hecho los estudiantes ha sido la de lengua castellana y literatura. «Me ha ido mejor de lo que me esperaba. Pensaba que suspendería pero creo que aprobaré», ha dicho aliviada Laia Sellarès. Con todo, cree que donde sufrirá más será en historia, una materia alejada de la carrera que quiere hacer, ADE o derecho.
También se esperaba un examen más difícil Nerea Recasens, que quiere hacer lenguas aplicadas. «Pensaba que sería más difícil. Ha sido un año duro por la pandemia, con clases virtuales y confinamientos», ha recordado. Pero a pesar de las dificultades que han tenido que superar hasta ahora, en su opinión el peor momento es ahora, con la selectividad. «La palabra es devastación. Es la semana trágica. Nunca nos habíamos enfrentado a una semana tandura porque determina tu futuro. Nunca habíamos sido sometidos a una presión tan alta», ha asegurado.
Uno de los aspectos que les podía preocupar era el de las medidas sanitarias a la hora de hacer las pruebas. A pesar de tener que llevar la mascarilla constantemente, los jóvenes han afirmado que se han sentido «seguros» en el aula. En todas se ha garantizado el metro y medio de separación y, en algunas, tan sólo se han ubicado una decena de jóvenes.