Los accesos a Castellvell tendrán lectores de matrícula a finales de año

Todos los accesos del núcleo urbano de Castellvell del Camp estarán vigilados, a finales de año, por un sistema de lectura de matrículas de vehículos. El Ayuntamiento ha sacado a licitación la instalación de estas cámaras que se ubicarán en ocho puntos diferentes de la localidad y que estarán conectadas con el cuerpo de Mossos d'Esquadra. La policía podrá disponer de las imágenes en caso necesario y recibirá el aviso automático cuando los lectores detecten alguna matrícula registrada por la policía, en caso –por ejemplo– que pertenezca a un vehículo robado o denunciado por cualquier otro motivo.

El objetivo de este sistema de vigilancia es el de mejorar la seguridad pública del municipio y «minimizar los actos vandálicos y la persecución de aquellas acciones que son contrarias a las leyes y que puedan perturbar la seguridad física y patrimonial» de los vecinos, tal como recogen las bases de la licitación. En definitiva, lo que pretende el Ayuntamiento de Castellvell del Camp, es «que no haya ningún robo en la zona», en palabras del alcalde, Josep Manel Sabaté. El último se produjo hace unos días, en una vivienda de una urbanización a donde entraron a través de una ventana. Aunque la incidencia de este tipo de delitos es muy baja a estas alturas, según Sabaté, se quiere reducir a cero.

Las cámaras lectoras de matrículas de vehículos se instalarán en ocho puntos diferentes del municipio: en la avenida de Reus, en la avenida de las Torres, enla carretera TV-7048, después del acceso a la urbanización Castellmoster, enla calle del Gerani, enla avenida Gessamí, en el camino de Monterols y, finalmente, en el cruce entre la calle de la Costa con el camino de la Cabanya. Los lectores de las avenidas se situarán a los límites del término municipal y en las ocho ubicaciones, las cámaras controlarán los dos sentidos de circulación de los vehículos. De esta manera, según el alcalde, todos los accesos estarán cubiertos.

Actualmente, Castellvell del Camp cuenta con un vigilante municipal que controla algunos espacios determinados, entre los cuales, el entorno de la ermita de Santa Anna, un lugar habitual de concentración de jóvenes que empezaron a frecuentar la zona nuevamente a finales de mes de mayo y principios de junio. La vigilancia más intensiva llevada a cabo las últimas semanas ha conseguido paliar el problema, según aseguraba ayer el alcalde de Castellvell del Camp.