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El acusado de prender fuego a su casa por una disputa conyugal en Valls evita la cárcel por acuerdo de conformidad

El hombre, que se enfrentaba a una pena de 15 años de cárcel, tendrá que indemnizar a su exmujer con 50.000 euros

El juicio se celebrará este viernes en la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona.

Audiencia de TarragonaACN

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Un vecino de Valls acusado de incendiar su casa por una disputa conyugal ha podido eludir la cárcel. Por acuerdo de conformidad, el hombre, que se enfrentaba a una pena de 15 años de cárcel, ha sido finalmente condenado a 2 años de cárcel como autor de un delito de incendio con peligro para la vida de las personas -con ejecución de la pena suspendida. El procesado, de 58 años de edad, lo confesó a la policía in situ el mismo día de los hechos, el 23 de agosto de 2016. Roció la vivienda con gasolina y prendió fuego por desavenencias sobre la venta del inmueble con la exmujer, a quien tendrá que indemnizar con 50.000 euros. Así lo han acordado las partes este lunes en la Audiencia de Tarragona, donde estaba prevista la vista oral. La sentencia se eleva a definitiva.
El acuerdo recopilación, como circunstancias atenuantes, que el hombre confesara los hechos -de hecho, se quedó fuera de la casa después de prender fuego, hasta que llegó la policía-, y que sufría un ligera disminución de sus capacidades intelectivas y volitivas. También tiene en cuenta la reparación parcial del daño -ya ha consignado 15.000 euros- y dilación extraordinaria.

El acusado tendrá que indemnizar a su exmujer con 50.000 euros, así como también a sus tres hijos -con las cantidades de 5.560 euros, 850 euros y 6.557 euros, cada uno de ellos. Inicialmente, según el escrito de acusación, se le reclamaban más de 100.000 euros. La aseguradora tendrá que sufragar la cantidad de 1.885 euros y a una vecina afectada, 747 euros.

Una veintena de desalojados, pero sin heridos

El suceso, que tuvo lugar el 23 de agosto del 2016, obligó a desalojar una veintena vecinos de las casas próximas, pero nadie resultó herido. La pareja hacía tres meses que vivía en domicilios diferentes debido a problemas conyugales que derivaron en una separación de hecho. Él se había quedado a vivir en la vivienda familiar junto con dos hijos.

Según la fiscalía, discutía frecuentemente con la mujer sobre el destino de este inmueble. En concreto, tenían desacuerdos sobre su venta. El día de los hechos, el acusado llamó por teléfono a uno de sus hijos y le dijo que si su madre no se presentaba en casa inmediatamente con 30.000 euros para su venta procedería a quemar la vivienda.

El hijo intentó tranquilizarlo, pero no lo consiguió y, preocupado por lo que pudiera hacer, alertó a la policía. Una patrulla de la Policía Local se entrevistó con el hombre, que se encontraba a solas en casa, pero no observó nada extraño y abandonó el lugar. Sin embargo, por la noche el acusado fue apilando varios muebles en medio del comedor.

Después roció gasolina por todas las habitaciones y muebles de la casa, e hizo fuego con un mechero. No hubo heridos, pero sí que se produjeron numerosos daños en la vivienda, así como en los muebles y pertenencias de la familia, y en la casa de los vecinos. El inmueble familiar en cuestión finalmente fue vendido, según fuentes judiciales.

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