El Misteri de la Selva se vuelve a representar coincidiendo con la 41ª edición
Por primera vez se publicará un libro con la música del drama asuncionista más antiguo de Europa en lengua románica
Entre los cambios más notorios que ha obligado a hacer la pandemia está la eliminación de la tradicional procesión previa y posterior a la representación. Para garantizar la seguridad de actores y organización, el Patronatdel Misteride la Selva también tiene previsto realizar un cribado a todo el personal el 11 de agosto, antes del ensayo general, y otro el 14 de agosto, día en que empiezan las representaciones. A la vez, se ha reforzado la ventilación de la iglesia de Sant Andreu y el aforo se ha limitado siguiendo las directrices del Procicat.
Las complicaciones causadas por la pandemia no han frenado las ganas de los selvatans de participar en el Misteri. Cada año se incorporan nuevos integrantes a los grupos que forman parte de la representación y este año no ha sido una excepción. Los ensayos se han hecho en formato reducido para evitar aglomeraciones de gente y se han hecho con mascarilla, para reducir riesgos. Leila Aragonès y Artur Feliu son dos jóvenes de once años que se estrenarán en el gran coro coincidiendo con la 41ª edición del Misteri. Más allá de los nervios propios del estreno, los dos coinciden en que lo más complicado ha sido aprender las letras, escritas en catalán antiguo. En este sentido, uno de los integrantes veteranos del Misteri, Albert Almendros, ha señalado que hace falta trabajar mucho la dicción y entender qué se está diciendo en cada momento para interpretar el texto correctamente. Para conseguirlo, todos los grupos que forman parte de la obra han contado con el apoyo de la filóloga Núria Cavallé y la directora artística Lidia Roig.
Aunque la cara visible del Misteride la Selva son la setentena de cantantes que participan en la representación, detrás de cada pase hay muchas más personas implicadas. Una veintena de actores acompañan a los cantantes, y además de una sesentena de personas hacen posible la obra asumiendo tareas de iluminación, maquillaje, vestuario o dirección. El director del Misteriha puesto énfasis en la implicación de la sociedad selvatana en esta tradición, «que forma parte del ADN» de los vecinos y vecinas. Una visión compartida por Almendros, quien hace cinco años que participa en el Misteri. «Para integrarse en un pueblo, hay que formar parte de sus costumbres», ha reivindicado.
Más de cuatro décadas de representaciones del Misteri
Desde 1980, la Selva del Camp lleva a la iglesia de Sant Andreu la representación del drama asuncionista más antiguo de Europa en lengua románica que se ha conservado íntegramente. Al escenario suben varios grupos: los coros celestiales (gran coro y pequeño coro), los judíos, los demonios, los apóstoles, la Mare de Déu, Jesús, Sant Pere, Sant Joan, Sant Pau y dos arcángeles. Todos ellos explican la asunción de Maria en el cielo, en cuerpo y alma, a través de un legado literario, teatral, musical y religioso único. El texto, de autoría anónima, se encontró en una libreta de censales pagados a la Senyoria de Prades y Mont-ral, que posteriormente acabó en el Arxiu Parroquial de la Selva del Camp y al Arxiu Diocesà de Tarragona.
El arreglo y adaptación de la música del Misteride la Selva se hizo a partir de este manuscrito anónimo, que describía con qué melodía se tenía que cantar cada pieza. «Algunas no se encontraron o identificaron, en así que se optó por adaptar melodías equivalentes de los siglos XIII y XIV para completar la obra,» ha explicado el director del Misteri. «Si no hubiera sido por la covid, este libro ya estaría publicado», ha asegurado Massana. La publicación se acaba de redactar.