Medio Natural
Las playas catalanas baten el récord de nidos de tortugas bobas
Este año se han localizado cinco nidos de esta especie en situación de vulnerabilidad
Todos estos nidos se encuentran monitorizados y se ha instalado sensores de temperatura, que permiten predecir la fecha de eclosión. En todos los casos también hay un dispositivo de voluntarios que hacen la custodia y se espera que las eclosiones pendientes se produzcan a partir de finales de agosto o principios de septiembre, siempre en función de cómo evolucionen las temperaturas.
Las tortugas de Calafell, las primeras a nacer
Esta semana han nacido 45 crías de tortuga boba en Calafell. El nido constaba de 146 huevos, de los cuales 85 se dejaron en la misma playa y 61 se trasladaron a las incubadoras del CRAM (41) y del Centre de Recuperació de Rèptils i Amfibis de Catalunya (CRARC), a Masquefa (20).
De la misma manera, el pasado 8 de julio se detectó un primer rastro de entrada y salida de una tortuga de la playa del Serrallo, en el municipio de Sant Jaume d'Enveja, dentro del Parque Natural del Delta de l'Ebre. Aunque la hembra no acabó de excavar el nido, al día siguiente muy probablemente la misma hembra volvió a salir, construyó el nido y realizó una posta de 81 huevos. Catorce días después se detectaron 8 nuevos rastros y, después de un examen detallado, se encontró un segundo nido, en este caso integrado por 75 huevos y un huevo doble -dos huevos fusionados. Ambos nidos pertenecen probablemente al mismo ejemplar.
En estos momentos se está llevando a cabo una vigilancia del recinto que contiene los nidos por parte de las asociaciones que integran la Mesa de voluntariado del Delta de l'Ebre, así como una monitorización en continuo de las temperaturas en cada nido.
La tortuga boba, una especie catalogada como vulnerable
La tortuga boba es una tortuga marina ampliamente distribuida, sobre todo por los mares y océanos tropicales y subtropicales; sin embargo, se encuentra amenazada y está catalogada como vulnerable a causa del declive de sus poblaciones. Los adultos pueden llegar a alcanzar una longitud del caparazón de unos 120 cm y un peso de hasta 200 kg. Si bien pasan la mayor parte de la vida en el medio marino, las hembras, una vez alcanzan la madurez sexual -15-30 años- se internan en algunas playas para construir el nido, que queda enterrado en la arena a una profundidad de entre 35 y 50 centímetros, y realizar la posta. Las hembras llevan a cabo migraciones reproductoras cada 2-3 años y pueden hacer de 3 a 6 postas durante cada año reproductivo. Los nidos, que permanecen enterrados suelen contener unos 70-120 huevos de unos 35-40 mm de diámetro. La incubación, totalmente dependiendo de las condiciones térmicas de la playa, se prolonga unos 50-80 días. Los recién nacidos se dirigen directamente a mar abierto.
Las tortugas marinas son muy vulnerables durante su fase reproductora terrestre, y su periodo de posta y de incubación coincide con una amplia e intensa utilización humana de las playas. La temporada de cría de la tortuga boba se alarga desde principios de junio, cuando se localizan las madres haciendo las postas, hasta finales de octubre, cuando acabarían de emerger las últimas crías de los nidos más tardíos, de medios o finales de agosto. Por eso, no se descarta que todavía se puedan localizar más nidos las próximas semanas, tanto de madres que todavía puedan hacer una última posta, como posibles nidos no detectados. En este caso, se podrían encontrar pequeñas crías en la arena de la playa, durante la noche o a primeras horas la mañana.
Por eso, la Generalitat insiste en que hay que minimizar los impactos del ser humano en este proceso y pide a la ciudadanía que en caso de encontrarse una tortuga marina o pequeñas tortugas en la playa se llame inmediatamente al 112 para informar de la situación y se deje que circulen libremente sin interponerse a su paso. En caso de encontrar rastros de tortuga, hace falta avisar igualmente en el 112 y evitar el pisoteo de las marcas que ha dejado en la arena.