El Port Tarragona licita la adecuación del Cami de Ronda de la zona de la Cap Salou

El Port Tarragona ha quitado a licitación las obras por la adecuación del Camí de Ronda de la zona de Cap Salou que se encuentran dentro de los terrenos de su propiedad. Esta intervención permitirá la conexión del Camí de Ronda con la playa de Pineda, uniendo Salou y Vila-seca a través de los itinerarios tradicionales que recorren el litoral de Cap Salou. El proyecto dispone de un presupuesto de licitación base sin IVA de 86.080 euros y un plazo de ejecución de 2 meses para completar los 1,250 kilómetros restantes de este itinerario del litoral de la Costa Daurada.

Las obras forman parte de las acciones que el Port de Tarragona realiza en el marco de las políticas de Port Ciutat con los municipios en los cuales el Port desarrolla su actividad. El presidente del Port, Josep M. Cruset, afirma que «con esta actuación la Autoridad Portuaria de Tarragona muestra su sensibilidad por aquellas acciones que contribuyen a impulsar el progreso y el bienestar de los municipios de su entorno». La APT pone en valor un espacio natural incluido dentro su dominio que permitirá facilitar los paseos por el Camí de Ronda de Cap Salou de forma segura, desde la Batería de La Talaia, vestigio de la Guerra Civil, cerca de la calle Glorieta Cap de Salou hasta la calle del Vaporet, al límite con la Pineda.

El proyecto que la APT presenta a licitación prevé acondicionar los caminos ya existentes y abrir nuevos, instalar vallas de seguridad y colocar nueva señalización informativa para que los usuarios del Camí de Ronda puedan disfrutar del paisaje, de la naturaleza y del patrimonio que este itinerario costero ofrece.

Siete miradores

Las obras de adecuación del Camí de Ronda se realizarán, principalmente, en tres zonas de la Cap Salou: la primera parte, más próxima al interior de Cap Salou, una zona boscosa donde el desnivel es más alto; en segundo lugar, en el paso por la zona alta del antiguo frente de voladura de la pedrera y, en tercer lugar y último, el tramo entre la pedrera y el espacio adyacente a la playa de la Pineda.

En la primera zona, donde la cota es más elevada y la vegetación es lo bastante espesa para delimitar el paso de los peatones, se colocará un tramo de barandilla de madera para habilitar 2 miradores y se instalarán carteles de advertencia de peligro de caída en puntos concretos del recorrido próximos al acantilado.

La zona alta de la pedrera ya se encuentra protegida ante caídas fortuitas, no obstante se reforzarán varios puntos que puedan representar peligro. Y además se colocarán diferentes tramos de barandilla de madera a modo de mirador en 5 puntos del recorrido que transcurre por la parte alta de la pedrera.

Una vez pasado el tramo de la pedrera, la zona presenta un vial pavimentado. En este tramo se acondicionará un nuevo camino entre este vial y el límite de la propiedad de la APT. Para abrir este nuevo camino, se desbrozará el terreno en forma de un trazado sinuoso e imitando los caminos naturales, procurando minimizar el impacto en la vegetación ya existente. El nuevo paso se cerrará lateralmente con una valla paralela siguiendo el límite que marca el vial destinado al paso de vehículos de servicio del Port.

Finalmente, se abrirá un acceso público a la valla ya existente en el inicio del camino a|en la calle del Vaporet (Salou) que se protegerá con pilones a fin de que los vehículos no puedan estacionar, asegurando el libre acceso al Camí de Ronda.

Recuperación de los caminos de ronda

En el año 2014, el Port de Tarragona ya llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Salou para acondicionar otro espacio de dominio portuario, en la zona del Far de Salou, a fin de que se pudiera integrar dentro del recorrido histórico y natural del Camí de Ronda y como un nuevo activo importante de la ruta. La obra representó la apertura|abertura del recinto del mirador de Cap Salou a todo el público, en un recorrido de 300 metros de camino, así como garantizar la total accesibilidad para que los visitantes puedan disfrutar del entorno y las vistas privilegiadas. La obra consistió en la construcción de un recorrido para peatones, con un estudio previo de preservación de la vegetación autóctona y la orografía de los precipicios.

La recuperación de los caminos de ronda devuelve la posibilidad de pasear por el litoral por puntos que antiguamente eran utilizados para la vigilancia de la costa, por contrabandistas o por pescadores. Estos caminos cumplían funciones básicas como comunicar las diferentes poblaciones, playas y calas del litoral, advertir de los peligros procedentes del mar y acceder a lugares aislados, como faros o fortificaciones.

El nombre de 'Camí de Ronda' se popularizó durante el siglo XIX y XX, sobre todo porque era el camino que utilizaban a los carabineros y guardia civil para hacer 'la ronda' y controlar las actividades ilegales de contrabando que se realizaban en la costa. Sin embargo, no fue hasta el siglo XX que los caminos de ronda fueron considerados espacios turísticos. Hoy día, los caminos de ronda se han convertido en un recurso turístico con una gran capacidad de atracción de visitantes y turistas.