«Tenemos que encontrar la manera que los jóvenes se queden y que vengan otros»

La lista formada por Lourdes Martorell, Joan Carles Santos e Isidre Martorell (ALF-AM) ganó las últimas elecciones municipales en la Febró. Joan Carles Santos ha sido alcalde los dos primeros años de mandato y, esta primavera, ha tomado el relevo Lourdes Martorell.

—La primera alcaldesa del pueblo. Es un hito histórico.

—Sí. Cuando hace dos años asumimos la alcaldía con Joan Carles Santos decidimos que nos partiríamos el mandato. Se tiene que normalizar que las mujeres podemos hacer cualquier trabajo. Esta es una cuestión que me interesa especialmente y quería visibilizarlo.

—Curiosamente, en las Montañas de Prades hay muchas mujeres al frente de los ayuntamientos: Lídia Bargas en Prades, Magda Seriol en Arbolí, y hasta no hace demasiado Judit Giró en Capafonts.

—Y es muy bonito que sea así. Además, pienso que las mujeres somos mucho de liderazgos compartidos.

—Hablando de liderazgos compartidos, en las Montañas de Prades se trabaja desde esta perspectiva?

—Sí. Nosotros, por ejemplo, lo hacemos desde la misma alcaldía. Con Joan Carles Santos e Isidre Martorell hacemos el trabajo conjuntamente. Y después, como somos un pueblo pequeño, necesitamos juntarnos con el resto. Pero es una cosa, la de ir conjuntamente, en la cual ya creíamos. Y el resto de pueblos de los alrededores también tienen esta manera de hacer.

—Se podría pensar que, por el hecho de ser un pueblo pequeño, hay poco trabajo en el ámbito municipal.

—Al contrario. La gestión es la misma que en un pueblo grande (basura, limpieza, agua, seguridad, etc.) pero sin los recursos de un pueblo grande. No tenemos ni un brigada, así que muchas veces nos toca hacer las cosas a nosotros, aunque cuando hace falta, siempre hay quien nos ayuda, porque somos un pueblo muy colaborador. Eso, sumado a la pérdida reciente del nuestro jefe administrativo, supone que tengamos que dedicar muchas horas. Además, la parte administrativa cada vez es mayor, se tienen que hacer muchos trámites y buscar recursos y subvenciones es mucho trabajo.

—Aparte de la gestión del día a día, también están impulsando todo de nuevos proyectos. Por ejemplo, los itinerarios interpretativos para poner en valor las cuevas de la Febró. En este proyecto están trabajando con el Instituto Català de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES).

—La colaboración con el IPHES empezó ya con el anterior alcalde, Sergi Cotilla. Los investigadores tienen mucho de interés porque han encontrado evidencias que esta zona era un corredor para las poblaciones nómadas. Eso ya lo trabajaron Salvador Vilaseca y Albert Prunera, y ahora han encontrado algunos yacimientos muy interesantes.

—Uno de los grandes retos de los pueblos pequeños es atraer gente joven.

—Nosotros estamos convencidos de que no lo tenemos que vender todo al turismo. El paisaje que vemos antes no era así, había cultivos. En el pueblo tenemos dos jóvenes que se dedican a la tierra y un pastor. Tenemos que encontrar la manera que se queden y que vengan otros. Ya hemos hecho mucho trabajo en este sentido, pero todavía no ha dado resultados. El ideal también sería que hubiera viviendas disponibles para la gente que quiera venir, esta es la lucha que tendremos que hacer después.

—Es difícil traer gente si no hay cobertura de teléfono. ¿Cómo está esta cuestión?

—Es un desastre. Ahora no hay cobertura por Movistar. Al principio creábamos una incidencia cada vez que nos encontrábamos, pero ahora nos dicen que tienen que recibir una queja masiva de usuarios. Y no nos pasa sólo a nosotros, a Ulldemolins, a Arbolí y a Prades según el día también se encuentran sin cobertura de alguna compañía. Nos han dicho que la reposición de aparatos está prevista para el 2022, pero ya veremos...

—Hablamos de los recursos naturales y de su uso masivo, especialmente en puntos como los Pozos. ¿Cuál es su posición con respecto al alud de visitantes?

—En este punto los miembros del equipo de gobierno diferimos un poco. Yo pienso que la gente necesita salir a la montaña. Este año hemos contratado a dos personas que durante todo el verano han estado haciendo de agentes cívicos y ha ido muy bien. Nos explican que el visitante borde está, pero la mayoría de gente ha entendido las cosas cuando los han advertido sobre la necesidad de respetar el bosque o las prohibiciones de acceso.

—Turismo, agricultura, economía, sostenibilidad... ¿Qué modelo de pueblo quieren, para la Febró?

—Lo que el pueblo necesita es que venga a vivir gente y, por lo tanto, tenemos que picar en todas las puertas. Ahora hace poco nos hemos sumado al proyecto del Banco de tierras del Consejo Comarcal... Al modelo turístico de Prades no lo vemos para nuestro pueblo, pero iría bien tener algún establecimiento tipo fonda que nos llevara gente, que vengan grupos a comer, y así nos vayan conociendo.