Sociedad
La DOQ Priorat afronta una vendimia «ilusionante» y rápida con uva de calidad
Las condiciones meteorológicas de las últimas semanas hacen que no se pueda llegar a una cosecha histórica
La Denominación de Origen Cualificada (DOQ) Priorat ha arrancado la vendimia de este año con mucho optimismo. Los productores esperan una cosecha muy buena y de calidad, si bien las condiciones meteorológicas de las últimas semanas no les permitirán cumplir todas las expectativas que tenían. El presidente de la DOQ Priorat, Sal·lustià Àlvarez, ha apuntado a ACN que esta vendimia es «ilusionante» y «muy bonita» después de dos años complicados por el mildiu y la ola de calor. La cosecha será más ágil de lo que es habitual porque hay humedad en los campos y eso hace que la uva se pudra más rápidamente. El exceso de agua también hará que el grado sea más bajo que otros años, pero dentro de los estándares de calidad del Consejo Regulador.
La vendimia empezó hace unas semanas y todavía durará tres o cuatro más. Esto hará que se acabe hacia el 10 de octubre, unos días antes del que es habitual. Los viticultores se tienen que apresurar porque las últimas lluvias y la ausencia de viento de sereno hace que haya humedad al ambiente, y si bien la presencia de hongos es muy escasa, la uva se está pudriendo. «Este año la gente tenía la ilusión de cosechar muchos kilos y de mucha calidad. Quizás al final no serán tantos kilos pero será de muy buena calidad», ha manifestado Àlvarez. Globalmente, a toda la DOQ, se esperan coger unos 5,5 o 5,6 millones de kilos, por debajo de las previsiones iniciales que se ensartaban hasta los 6,2 millones.
En las fincas que la bodega Joan Simó tiene en Bellmunt del Priorat estos días están cosechando garnatxa. Uno de sus responsables es Gerard Batllevell, que reconoce que el exceso de agua a la planta hace que tengan más trabajo en la hora de vermar, porque tienen que seleccionar más la uva. «Hay calidad. Será un muy buen año pero más costoso del que nos pensábamos», ha detallado. Todo y los inconvenientes de última hora, los productores están satisfechos por cómo avanza la temporada. «Venimos de dos años complicados. El año pasado por el mildiu y hace dos por el golpe de calor», ha recordado.
En su caso, confía hacer unas 3.000 botellas, el que equivale a «una bodega mitjanet del Priorat». De estas, borde un 75% irán al extranjero. «Llegamos a vender el 100% fuera, pero ahora hemos hecho también mercado catalán», ha indicado. Todo y los efectos de la pandemia, ha comentado que «la gente continúa bebiendo vino»y esto lo hace ser optimista de cara a las ventas. «Parece que la cosa se anima, sobre todo la exportación», ha concretado.
Respeto el precio de las botellas, el presidente de la DOQ ha señalado que cree que se mantendrá similar al de los otros años, todo y la buena calidad. «Tenemos una regularidad alta en el precio porque también somos regulares en la calidad», ha destacado. En este sentido, los años que no se prevé una calidad tan alta, se selecciona más la uva para mantener un nivel muy alto y esto hace bajar el número de botellas producidas. «Los años de una gran cantidad te permite aguantar los años que haces menos», ha finalizado.