Nuevas tecnologías
Dos empresas tarraconenses prevén invertir 6,3 MEUR en el desarrollo de un vehículo de hidrógeno verde
El proyecto quiere optar a los fondos europeos con una producción inicial de un millar de unidades que podría llegar a las 25.000
Para desarrollar la carrocería del coche, recientemente han firmado un convenio con una compañía ebrense que permitirá que el 20% del plástico utilizado en este elemento provenga del caparazón de arroz y por lo tanto, sea biodegradable. Para Lavernia, este modelo representa una «oportunidad» para la movilidad sostenible en zonas en que no existe una red de puntos de recarga eléctrica. Según las compañías, el coste del Virante AT oscilaría en torno a los 15.000 euros y llenar el depósito costaría unos cuatro.
Actualmente, en toda la demarcación tarraconense no hay ningún hidrolinera ni hidrogenera. El otro socio que ha apostado por este proyecto es Arcamo Controls, una empresa especializada en la generación de hidrógeno que se centrará en la implantación de estaciones donde llenar el depósito del Virante AT. El miembro del grupo Arcamo, Franz Bechtold, ha anunciado que próximamente se hablará con una sesentena de municipios donde se espera contar con estos equipamientos. Según Bechtold, el proyecto pretende «instalar una hidrolinera cada tres municipios, ya que estos vehículos son de corto recorrido». Desde de Arcamo han reconocido que se encuentran en conversaciones con petroleras para tratar de adaptar las gasolineras ya existentes en el territorio y añadir un punto de recarga de hidrógeno para estos coches.
En proceso de desarrollo
El primer coche impulsado por hidrógeno verde de Tecnovelero y Arcamo podría ser una realidad entre finales de 2023 y principios de 2024. Para la primera producción, que constará de un millar de vehículos, habrá que esperar hasta el 2025. Está previsto que antes de finales de año se pueda iniciar la fabricación del primer modelo. En estos momentos, se ha diseñado un prototipo a escala 1:5 que se pone a prueba en un entorno simulado. Posteriormente se validará en un entorno real y a partir de aquí se pondrá en marcha el engranaje de fabricación de este vehículo que contará con una pila de hidrógeno para impulsarse a través de una reacción electroquímica.
Según cálculos de las empresas inversoras, la capacidad de producción de estos vehículos aumentaría hasta las 25.000 unidades anuales, que se fabricarían en función de la demanda del mercado automovilístico. El actual proyecto de desarrollo consta de una inversión aproximada de 6.300.000 euros y la alianza empresarial ya está buscando localizaciones en el Campde Tarragona donde ubicar naves para producir el Virante AT. Aunque ya se han iniciado encuentros con ayuntamientos de la zona, todavía no se ha cerrado ningún acuerdo para hacer realidad estas fábricas que se tendrán que construir en un estado más avanzado del proyecto.
En el caso de Tecnovelero, la compañía cuenta con experiencia previa en la movilidad eléctrica; en concreto, ha diseñado tres modelos de vehículos eléctricos con una potencia entre los 4 kW y los 25 kW que les ha servido a la hora de desarrollar el futuro coche impulsado por hidrógeno. Con respecto al empleo|ocupación, la previsión de las dos empresas es dar trabajo a una treintena de personas cualificadas|calificadas en diferentes ámbitos, desde la ingeniería mecánica, eléctrica, informática o química hasta administración. De estos puestos de trabajo, una quincena serán de nueva creación. Paralelamente, la alianza empresarial tiene previsto crear en un futuro un departamento de sostenibilidad y una red de mantenimiento de vehículos.
A la espera de subvenciones
Para que este proyecto tenga continuidad, los dos socios empresariales dependen de las subvenciones públicas que puedan conseguir. Más allá de las administraciones catalanas y españolas, desde Tecnovelero y Arcamo trabajan para ser beneficiarias de los fondos Next Generation de la Unión Europea para seguir adelante con el desarrollo del Virante AT. En este sentido, las dos empresas tarraconenses han asegurado que están en conversaciones para conseguir la financiación necesaria para continuar el proyecto y han lamentado que «si no se impulsan iniciativas como estas desde el ámbito público, costará mucho que salgan de forma privada».