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La elevada demanda y la menor producción de algarroba disparan el precio a más de un euro el kilo

Los campesinos tarraconenses se apresuran a acabar la campaña ante el aumento de robos en fincas

Pla general d'un pagès en un camp de garrofers a Masriudoms.

La elevada demanda y la menor producción de algarroba disparan el precio a más de un euro el kiloACN

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La elevada demanda y la menor producción de la cosecha de algarroba han disparado el precio a más de un euro el kilo, un valor que no se había visto en décadas. La necesidad de este producto por parte de la industria alimentaria ha sido la causante de un incremento exponencial en un momento en que la oferta de este fruto es menor en comparación con campañas anteriores. Este año Unió de Pagesos ha previsto una producción un 45% menor a la delaño pasado, lo que se traduce en 6.000 toneladas de algarrobas. Por el contrario, el aumento de rentabilidad de este cultivo ha comportado robos en los campos. Según el responsable de la algarroba del sindicato agrario, Jordi Castellnou, durante las últimas semanas los agricultores tarraconenses han acelerado la cosecha para evitar nuevos hurtos.
En décadas, los productores de algarroba cobraban menos de un euro por kilo, una situación que ha cambiado en los últimos cuatro años. La retasación de la algarrobilla -la semilla de la algarroba- se ha intensificado este verano, después de una crisis sanitaria vinculada a la elaboración de helados. Estos productos -que contenían goma de algarrobilla- se vieron afectados por la contaminación por óxido de etileno y tuvieron que ser retirados del mercado. Las industrias alimentarias tuvieron que buscar nuevos proveedores y ante la poca oferta del momento, provocaron un aumento exponencial de precios que se ha mantenido hasta la actualidad.

El gerente de la Cooperativa Comercial Algarroba, Francesc Xavier Cort, ha apuntado a ACN que desde el sector agrícola y cooperativo tienen «miedo» que estos precios lleguen a un tope y bajen a valores anteriores. En el caso del precio de la lonja de la zona del Baix Camp y Tarragonès, desde la Unió de Pagesos reiteran la necesidad de que estos organismos coticen precios en la línea del mercado para pagar un «precio justo» a los productores.

Menos algarrobas para la campaña de este año

Después de la cosecha «excelente» en términos de producción del año pasado, este 2021 se ve marcado por una bajada en las toneladas de algarroba. La Cooperativa Comercial, ubicada en Mont-roig del Camp y con una veintena de cooperativas de primer grado asociadas, recolectó siete millones de kilos de algarroba en 2020 y se estima que este año sólo sean tres y medio. La calidad de la cosecha actual también se ha visto afectada negativamente. El inicio de la campaña a mediados de agosto ha provocado que muchas algarrobas sigan en el árbol y que por lo tanto, sean verdes.

El 90% del peso del fruto proviene de la pulpa, mientras que el resto corresponde a la semilla -la algarrobilla-, que realmente le da el precio. Además, las últimas lluvias han provocado que haya más humedad en las algarrobas y ha entorpecido los procesos de extracción de la algarrobilla. Esta situación ha provocado que las cooperativas tengan que invertir más esfuerzos en el correcto almacenaje del fruto para evitar fermentaciones no deseadas que podrían estropear el producto. Las últimas precipitaciones, por el contrario, también han hecho que las algarrobas sean mayores del habitual.

El campesinado reclama más controles para evitar hurtos

En buena parte del Campde Tarragona se optó por iniciar la campaña antes del mes de septiembre para reducir las posibilidades de hurtos al campo. Recientemente se ha puesto en marcha el Documento de Acompañamiento y Trazabilidad Agrícola (FECHA) con la intención de frenar la compra-venta de algarrobas robadas. Se trata de un sistema para comprobar el origen del fruto entre compradores y vendedores y que ha sido celebrado por el sector.

Desde el sindicato agrario, Castellnou ha insistido en la necesidad en impulsar la Declaración Única Agraria (DUN) para incrementar el control hacia el transporte de los sacos y evitar robos de cara la próxima campaña. De momento sin embargo, los campesinos del Campo de Tarragona siguen en contacto a través de grupos de Whatsapp para alertar de intrusos en las fincas, mientras que desde el sindicato agrario insisten en no enfrentarse y dar aviso a los Mossos d'Esquadra.

Un abanico de usos y oportunidades económicas

El interés en el cultivo de la algarroba no sólo proviene de los agricultores. Cada vez son más los emprendedores que ven en este fruto una oportunidad de negocio. Es el caso de Menjamiques, una empresa de Bràfim (Alt Camp), que arrancó ahora hace cuatro años elaborando cremas, chocolates y pasteles. Ahora, plantea abrir un centro de desarrollo rural el próximo verano con dos cooperativistas más, Socarrel y Fruits del Gaià. Se trata de una nave de 200 metros cuadrados ubicada en el casco antiguo donde los tres socios unirán esfuerzos por poner en valor los productos de kilómetro cero.

La propietaria de Menjamiques, Clara Martín, ha insistido en que «al consumo de chocolate 'tropical' le queda poco tiempo» y por eso pone todos los esfuerzos desde 2017 en apostar por la algarroba como alternativa alimentaria. Ahora bien, reconoce que todavía hay un gran desconocimiento que rodea este fruto. Es por este motivo que ha iniciado un proyecto de micromecenazgo para publicar el libro-recetario 'Algarroba, delicia mediterránea' donde se incluyen propuestas gastronómicas para todos los gustos. Martín se ha marcado un doble objetivo con esta publicación: dar a conocer las posibilidades de este alimento en la cocina y alejar el estigma que lo rodea. La recogida de fondo seguirá en marcha a través de la plataforma Verkami hasta el 30 de octubre.

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