Infraestructuras
El Consorci d'Aigües de Tarragona rehace preventivamente dos tramos de la cañería en L'Ampolla y la Ametlla de Mar
El CAT avanza la restitución para que no comporte dificultades añadidas una vez se instale la fibra óptica en la red
El Consorcio de Aguas de Tarragona rehace preventivamente dos tramos de la cañería en l'Ampolla y la Ametlla de Mar
El Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT) empieza este jueves la reparación preventiva de dos tramos de la cañería (seis metros cada uno) en L'Ampolla y la Ametlla de Mar, en el Baix Ebre. Esta actuación se suma a los cinco tramos que se restituyeron el año pasado después de la diagnosis del estado de los 12.500 tubos de la línea, de 75 kilómetros. A diferencia de los primeros cinco, estos dos tramos tenían una durabilidad «alta o bastante alta», pero eran «los siguientes» que podían tener «incidencias en un futuro lejano». El Consorciha decidido avanzar la restitución porque el año que viene se instalará fibra óptica en la cañería principal y cambiarlos más adelante, supondría dificultades añadidas. El proyecto tiene un presupuesto de 196.487,56 euros más IVA.
El proyecto para instalar fibra óptica el año que viene a la cañería principal del CAT ha precipitado que se restituyan dos tramos de L'Ampolla y la Ametlla de Mar, como ha explicado a la ACN el gerente del Consorci, Josep Xavier Pujol. El proyecto se adjudicó este mes de octubre y la fibra para monitorizar en continuo 85 kilómetros de la cañería se desplegará a mediados del año que viene. Si estos tramos dan problemas más adelante, «supondría un handicap sacarlos con la fibra dentro». «No es imposible, pero tiene unas conexiones más dificultosas. Hemos preferido sacarlos antes», ha apuntado a Pujol.
La actuación para rehacer estos dos nuevos tramos incluye también la instalación de un caudalímetro nuevo y estará lista antes de final de año.
La diagnosis que se hizo en junio del 2020 identificó treinta y tres tubos, un 0,3%, con alguna patología, pero cinco se cambiaron de urgencia para evitar incidentes como el sufrido en L'Ampolla, en enero del año pasado, cuando un fragmento se rompió.