Economía
Lamentan que el Hard Rock sea un mercadeo para los presupuestos
Las instituciones del Campo de Tarragona ven con buenos ojos que el Gobierno destine una partida de los presupuestos a su construcción
El proyecto del BCNWorld, o Hard Rock, está siendo un verdadero dolor de cabeza para las relaciones entre el Govern y los partidos políticos. La semana pasada se pasaba de conocer que el Govern destinaría una partida de los presupuestos a la construcción del complejo, a cambiarlo por completo y negarse a alcanzar el coste a fin de que la CUP no votara en contra de las pautas económicas. Este cambio de decisión no ha sido plato de buen gusto para las instituciones de la demarcación de Tarragona, que lamentan que el proyecto sea un mercadeo para la aprobación de las partidas económicas.
Es el caso del PSC de Tarragona. «No nos merezcamos ser víctimas del mercadeo vergonzoso y absolutamente intolerable del Govern de ERC-Juntos que vuelve a relegar a las comarcas tarraconenses a ser víctimas de una especie de mercado fenicio tan sólo para contentar a los radicales de la CUP», así se manifestaba el secretario de organización del PSC del Campo de Tarragona y portavoz socialista en el ayuntamiento de Salou, David Gonzàlez, en relación a las informaciones que señalaban que el proyecto de Hard Rock podría retirarse de las inversiones contempladas en los presupuestos del Govern para el año próximo.
A favor del proyecto
En este sentido, la federación del PSC del Campo de Tarragona reiteraba que el proyecto es bueno para las comarcas tarraconenses, cosa por la cual resulta prioritario. Desde el PSC recordaban, además, ponían énfasis en el hecho que el proyecto comportaría la creación de un mínimo de 7.000 nuevos puestos de trabajo directos así como una inversión económica concreta superior a los 2.500 millones de euros.
La Cámara de Comercio de Tarragona también mostró su disgusto. «Comprometer inversiones millonarias y poner en riesgo la creación de miles de puestos de trabajo es una irresponsabilidad impropia de una administración que tendría que velar y estar comprometida activamente en la recuperación de la economía, la creación de riqueza y, por lo tanto, el bienestar de las personas. Tarragona no puede ser, una vez más, moneda de cambio de intereses partidistas».
En esta línea, el alcalde de Salou, Pere Granados, también quiso sumarse a la queja. «El Govern tendría que facilitar la inversión, en lugar de dificultarla. Lamentemos que la Generalitat haga caso de la CUP y los deje gobernar de forma encubierta, mediante una herramienta de acción política tan importante como son unos presupuestos», afirmaba Granados en un comunicado del Ayuntamiento.