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Tarragona y Torredembarra celebran que el Estado se repiense instalar pantallas acústicas por|para los trenes

Adif contempla un proyecto con barreras de hasta ocho metros en los núcleos urbanos

Pla general de la façana marítima de Tarragona.

Tarragona y Torredembarra celebran que el Estado se repiense instalar pantallas acústicas para los trenesACN

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ACN

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Los ayuntamientos de Tarragona y Torredembarra han celebrado que el Estado se repiense instalar pantallas acústicas en los núcleos urbanos para minimizar el ruido de los trenes. Adif hace unos meses presentó un proyecto que contempla instalar barreras sonoras de hasta ocho metros ante la previsión de crecimiento del número de trenes de mercancías que pasen por el corredor mediterráneo para, así, cumplir con una directiva europea. La medida afecta municipios de toda la demarcación de Tarragona y hasta Badalona y los consistorios se habían opuesto. Este martes la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, dijo al Senado que el proyecto quedaba temporalmente suspendido y que se buscarían alternativas.

El concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Xavier Puig, ha destacado que están «contentos con que se ponga racionalidad» y ha puesto en valor el trabajo «en red» entre diferentes consistorios para hacer alegaciones y presentar propuestas alternativas a Adif. En su opinión, las pantallas suponían «una ruptura urbanística que multiplicaba el efecto barrera de las vías». En el caso concreto de Tarragona también estaba previsto instalar pantallas en zonas junto a la playa o de bosques, hecho que rompía «los corredores biológicos».

En una línea similar se ha expresado Eduard Rovira, alcalde de Torredembarra. «Es cierto que hay ruido pero el efecto pared nos preocupaba mucho y queremos que se busquen soluciones menos traumáticas», ha explicado a la ACN. Para los municipios del Tarragonès y Baix Penedès, la solución principal tiene que ser la construcción de una línea de mercancías que pase por el interior y de esta manera dejar la vía de la costa únicamente para el transporte de pasajeros. Los alcaldes esgrimen razones de seguridad, ya que el número de trenes que pasen por dentro de las localidades se prevé que se multiplique por siete y que, muchos de ellos, transporten materias peligrosas.

Aparte, para reducir el impacto sonoro de los trenes, también proponen alternativas, como cambios en las vías, las ruedas y los vagones de los trenes que reduzcan las emisiones acústicas, y no rechazan pantallas sonoras más pequeñas que sean más eficientes.

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