Patrimonio
Empiezan a restaurar el campanario del pueblo abandonado de la Mussara
Es un monumento medio ruinoso que guarda 900 años de historia y un símbolo de este emblemático núcleo deshabitado del Baix Camp
Todo a punto para iniciar la restauración del campanario de la Mussara. Un gran andamio cubre el campanario de este pequeño pueblo del Baix Camp, abandonado hace seis décadas. Después de retirar toda la vegetación se ha podido constatar su mal estado de conservación. El campanario amenaza ruina. El Ayuntamiento de Vilaplana, propietario del monumento desde el 2007, impulsa un proyecto de rehabilitación crucial para conservar este templo medieval de más de 900 años de historia. Se inyectarán cerca de 135.000 euros para arreglar este Bien Cultural de Interés Local. La iglesia de la Mussara es posiblemente el edificio más significativo del antiguo pueblo y un elemento de referencia no solamente del municipio de Vilaplana, sino también de la comarca y de las montañas de Prades.
Justo este año se cumplen 60 años del despoblamiento y la anexión de la Mussara a Vilaplana. Coincidiendo con la efeméride, se han iniciado los trabajos para hacer un lavado de cara del campanario de este núcleo despoblado situado encima de un risco desde donde se divisan unas buenas vistas del Camp de Tarragona. El Ayuntamiento de Vilaplana compró la iglesia al Arzobispado de Tarragona el año 2007, fruto de un acuerdo ligado a unas obras que se tenían que hacer en la fachada de la iglesia de Vilaplana. Hoy en día la vieja campana de la Mussara retoca en Vilaplana.
Una iglesia con 900 años de historia
La antigua iglesia parroquial, dedicada a Sant Salvador, está desafectada y protegida como BCIL. Se remonta en el siglo XII, unos orígenes que recoge documentación de la época. El alcalde de Vilaplana, Josep Maria Bigorra, en declaraciones a la ACN, afirma que la iglesia tiene su valor patrimonial. «Una intervención arqueológica hecha en el 2018 sirvió para confirmar los indicios que ya nos apuntaban los más de 900 años de este templo medieval, que se ha ido reconstruyendo y evolucionando con el paso del tiempo», explica Josep Bigorra.
Esta Será la segunda vez que se interviene en la iglesia de la Mussara, después de una primera actuación de consolidación llevada a cabo hace unos diez años atrás. Ante el valor del campanario, el rasgo más significativo y que se conserva más entero de la iglesia -mantiene toda la estructura y el tejado-, el consistorio quiere concentrar la actuación. Primero se desbrozó la vegetación que cubría el monumento para poner al descubierto su estado de conservación. «Amenazaba ruina y estaba lleno de vegetación, las condiciones eran muy malas», dice el alcalde.
El objetivo es restaurar y salvaguardar el campanario, y poner contrafuertes y coronamientos para evitar desprendimientos. En un futuro, el consistorio se plantea la reconstrucción de las cubiertas de la iglesia y de elementos que había tenido anteriormente el monumento. El proyecto se ejecutará en cuatro meses, con previsión de terminarlo antes del mes de marzo. Es una obra subvencionada por la Generalitat -con 54.000 euros de ayuda- y la Diputación de Tarragona -70.000 euros. El resto de presupuesto se financia con recursos propios del Ayuntamiento.