Caminar adelante sin olvidar

Este jueves el alcalde de Vila-seca, Pere Segura, ha inaugurado en el Parque de la Riera la escultura Les portes de la memòria , una obra de la reconocida escultora Béatrice Bizot. La pieza se encuentra muy cerca de las casas donde, el año 1938, murieron catorce personas a causa de un bombardeo. Su descubrimiento forma parte de los actos que el Ayuntamiento villa-secano ha organizado para homenajear a las víctimas de la Guerra Civil en el municipio.

Con la voluntad de que sus nombres no caigan en el olvido, Béatrice Bizot ha creado una escultura de casi tres metros de altura que representa una cara serena, con los ojos cerrados, que es también una puerta. La complementan dos personajes, un hombre que mira por una ventana en dirección a los edificios donde murieronlas víctimas y una mujer que avanza hacia el futuro, dejando atrás las casas bombardeadas, pero consciente de que, para avanzar, hay que aprender del pasado.

La génesis del proyecto, detalla Bizot, «es la idea de que la memoria es de todos, pero cada uno la vive de una manera, de un color y de una forma diferente: está la memoria de los familiares de las víctimas, la de la gente del pueblo, la del historiador, la del nuevo habitante que ha oído hablar de los hechos... y todos estos elementos difuminados forman un todo». Es así comoLes portes de la memòria se configura a partir de estos fragmentos colectivos.

«Hemos tardado un año y medio enhacer este proyecto», explica Bizot, quien admite que, para ella, asumir este encargo fue un reto «muy fuerte» a la vez que «muy bonito». En definitiva, explica, «fue un trabajo tan monumental como la obra». Una obra que la artista define como «de alta costura», pero también de kilómetro cero: «Fue concebida en Vila-seca, mi taller está en Tarragona, la fundidora artística Ginfer está en Reus, y el estudio de arquitectos Glap que ayudó para calcular el anclaje y la resistencia al viento es de Reus».

Con la escultura, se ha descubierto también una placa con el nombre de las catorce víctimas de los bombardeos, entre las cuales había varias mujeres que trabajaban en un taller de costura.

«Pienso que el hecho de que la memoria de estas personas se conserve con una obra de arte es un plus», explica la artista, quien se muestra convencida que «la pieza dialogará muy bien con el entorno y perdurará como una obra viva en la ciudad». Es por eso, concluye, que entiende su trabajo como «un regalo a Vila-seca».

Los actos en recuerdo de las víctimas de la Guerra Civil en Vila-seca continuaron con el descubrimiento de dos placas en los números 45 y 63 de la calle de Sant Antoni, lugar de los bombardeos, y dos conferencias en la Sala Polivalente del Ayuntamiento a cargo de Ginés Puente (Ruixats de foc: els bombardeigs aeris durant la Guerra Civil) y Pedro Otiña (El camp d'aviació de la Pineda). Finalmente, se inauguró en el Mercado Municipal la exposición Ruixats de foc, organizada por el Centred'Estudis Vila-secans Maria Elena Maseras, en una sesión comentada por los historiadores.