Patrimonio
Valls abre el concurso para el proyecto de recuperación de la muralla medieval en el tramo de Sant Francesc
Se trata de uno de los tramos de muralla mejor conservados de la ciudad e incluye los restos de dos torres de defensa
La actuación se plantea en un tramo de la muralla, oculto en el interior de las casas, pero de los mejor conservados de la ciudad e incluye los restos de, como mínimo, dos torres de defensa. La intervención está planteada en dos fases. La primera incluye el inmueble número 82 y el tramo de urbanización de espacio público entre este y el número 84, donde se ubica la Font de San Sebastià, en el cual habrá que constatar la trazada de la muralla mediante sondeos de subsuelo. La segunda engloba los edificios de la calle Sant Francesc, del número 102 al 116. En total, el ámbito de actuación máximo se ha cuantificado en 1.179 m² y una longitud de 140 metros.
El presupuesto máximo de ejecución por contrato se ha previsto en 1.007.930 €. La presente actuación se considera la primera parte de la intervención total en este tramo de la Muralla de Sant Francesc, ya que el proyecto seguirá más adelante con las intervenciones en la isla de inmuebles delimitada entre las calles de Sant Francesc i Muralla de Sant Francesc, y entre la calle Sant Sebastià y la calle del Carme.
Para la elección del proyecto ganador se seguirán criterios de calidad arquitectónica, urbanística y funcional de la propuesta en su conjunto. Así, se tendrá en cuenta la propuesta de restauración y reinterpretación para poner en valor los vestigios y elementos patrimoniales, la actuación como acción dinamizadora, la correcta segregación de la circulación rodada y a pie, la mejora de los espacios libres y la relación con la muralla y otros equipamientos próximos, así como la adecuación con la trama urbana como punto de acceso al Centro Histórico.
Trozo amurallado de Sant Francesc
La conocida como muralla de Sant Francesc se empezó a construir entre los años 1373 y 1377, coincidiendo con los trabajos para fortificar la totalidad de la villa que, como en otras ciudades, ordenó el rey Pere III el Cerimoniós en plena guerra con Castilla. Era una de las puertas principales de entrada a Valls, ya que el portal de Llobets, ubicado en la actual plaza de Sant Francesc, conectaba la villa medieval con el antiguo camino de Vilafranca y Barcelona. Como el resto de las murallas de la ciudad, la de Sant Francesc tenía unos 7,5 metros de altura desde la base hasta el coronamiento de las almenas y varias torres de entre 11 y 13 metros de alto.
Aparte de la torre del portal de Berenguer de Llobets, los estudios realizados el año 2018 constataron la existencia de una segunda torre de defensa situada unos metros más al oeste (calle de Sant Francesc, nº. 102). Se trataría de la conocida como Torre Cega por su posición en ángulo. Aparte de las torres medievales, se han encontrado también vestigios importantes de trozos de muralla. Por ejemplo, en algunos puntos, se han descubierto restos de fortificación que llegan casi a los 7 metros de alto, como es el caso de la casa de la calle Sant Francesc 112, pero se tiene que destacar que en buena parte de las casas se han encontrado vestigios de trozos de muro que pueden oscilar entre los 4 y 2 metros de altura.
El conjunto histórico y patrimonial de las murallas
Las murallas medievales de Valls cubrían un perímetro de más de 1,4 kilómetros de longitud, con 32 torres de defensa y 5 portales de entrada que conectaban con los principales caminos y rutas. En los últimos años se han realizado diferentes estudios arqueológicos e históricos que han ido poniendo al descubierto portales, torres, fosos y trozos de muralla de masonería y tapia, en varias zonas del Centro Histórico de la ciudad. Con estos conocimientos, el Ayuntamiento ha iniciado las tareas para la recuperación, consolidación, reinterpretación y urbanización de varios tramos de este elemento patrimonial. Se han llevado a cabo una serie de estudios arqueológicos e históricos, con el fin de hacer aflorar estos restos medievales y tener conocimiento preciso de cuáles son los elementos que hay que preservar, integrándolos en una propuesta que se adecue a la trama urbana del entorno.