Jaume Cardona, cazador de instantes

Cápsulas del tiempo, espacios inalterados donde no pasa nada más que los días y las horas. El fotógrafo villa-secano Jaume Cardona se ha especializado en la fotografía de casas, naves industriales y espacios públicos y religiosos vacíos o abandonados. Su trabajo queda recogido en el proyecto La Makineta del Temps (www.lamakinetadeltemps.org ), un trabajo de gran impacto visual que muestra multitud de espacios congelados en el tiempo.

«La sensación de entrar en una casa donde hace muchos años que no vive nadie es muy potente», admiteJaume. Una sensación, asegura, que sólo se puede igualar a la que siente al entrar en espacios industriales: «Son lugares que habían estado llenos de ruido, de tráfico de personas, que de repentehan quedado en silencio. La diferencia de realidades es muy impactante. A veces, sólo han pasado diez años desde que se cerraron, pero en tan poco tiempo ya no tienen nada que ver con lo que habían sido».

Jaume Cardona, que trabaja en el sector inmobiliario, se dedica a la fotografía en sus horas libres. Aun así, admite que lo que le ocupa menos tiempo es hacer las fotos: el grueso del trabajo consiste en localizar los lugares que le interesan: La principal vía para encontrarlos es la investigación y, para hacerlo, Internet lo es todo, siempre que sepas qué buscas y cómo lo quieres encontrar. A veces, tirael hilo de una noticia publicada en el diario, y a partir de aquí, voy rascando y atando cabos hasta encontrar a alguna persona que me lleve hasta el propietario». La otra vía para encontrar los escenarios son los contactos, personas que le hablan de lugares que han quedado cerrados y olvidados.

Una vez tiene el objetivo determinado, Jaume, siempre que sea posible, busca el permiso para acceder, pero admite que, a veces, es imposible encontrarlo. Por eso, subraya, una de las normas que se autoimpone es no violentar nunca las propiedades cuando entra sin autorización. Dicho de otra manera, si hay una ventana abierta, no buscará abrir una puerta cerrada. Otra norma autoimpuesta es la de no llevarse nada de los lugares que visita. Y, en tercer lugar, no identificar los espacios privados que fotografía. «Me limito a ubicar la imagen porque me gusta que el espectador saque sus propias conclusiones, que imagine qué realidad había detrás», explica.

Jaume tampoco aparece nunca en las imágenes, rehúsa el protagonismo porque«la finalidad última» de su trabajo, subraya, «es la de documentar», y de hecho tiene fotografías de lugares que ya no existen, «como cines y teatros que ahora son supermercados». Es por este rehuir el protagonismo que Jaume admite que la época en que numerosos medios de comunicación se fijaron en él y su proyecto fue difícil de llevar , especialmente después de salir en TV3 y RAC1: «Agradezco que aquella vorágine haya pasado un poco y pueda volver a ser anónimo. Salir absolutamente solo, empaparme del silencio, para mí también es una manera de encontrar la tranquilidad».