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Saber la hora mirando la pared

La Ruta de los Relojes de sol de Porrera permite conocer el pueblo de una manera lúdica

El reloj del Barranquill, fechado en el siglo XIX.

Saber la hora mirando la paredC.S.

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Durante muchos siglos, y hasta no hace tanto, las horas no se contaban con objetos mecánicos, sino con la observación del ciclo diario del Sol y las sombras que este proyecta. Los relojes de sol ya se utilizaban a la antigüedad, y a pesar de sus limitaciones, han sido una referencia muy útil a la hora de medir el paso de las horas.

En el pueblo de Porrera (Priorat), se conservan hasta catorce y, de este patrimonio, han hecho una ruta que, a modo de pequeña gincana, permite recorrer el pueblo en busca de los relojes, todos ellos bien singulares, y fechados entre el siglo XIX y el comienzo del siglo XX, época en que la comarca experimentó un notable auge económico.

La ruta se puede hacer de manera autónoma, ya sea con la ayuda de un tríptico que incluye un plano y la descripción de cada reloj, ya sea de manera aleatoria, recorriendo Porrera, hasta localizar los catorce paneles que hay repartidos en edificios y viviendas del pueblo.

La mayoría están pintados sobre la pared misma, aunque hay alguno que está gravado sobre piedra. Entre el grupo hay de bien singulares, como el reloj de la plaza del Guineu, que es vertical declinado y con unas líneas horarias que van de la una del mediodía hasta las ocho de la noche, ya que son las horas durante el cual el sol toca la fachada. También resulta bien curioso el reloj de sombra del En Castillo, que incorpora la inscripción Què mires mussol, si aquí mai toca el sol, y que es una copia de un reloj que había en una masía del pueblo.

La Ruta de los Relojes de sol de Porrera arranca justo junto al Puente viejo y acaba en el corazón del pueblo, justo delante del reloj de El portal, un ejemplar que está catalogado como uno de los relojes de sol mayor de Cataluña y que incorpora una inscripción que, durante mucho tiempo, ha resultado bien misteriosa para el observador: Tú, que mirándome estás, /atiende bien lo que digo, /esto tiene gran sentido, /a ver si lo entenderás, / después te divertirás, /cuando lo hayas entendido. / Si no entiendes lo que digo, /a Salamanca te irás. //El sol va por la eclíptica, /del Zodíaco nunca pasa, /con un alfabeto basta /para saber qué significa, / a qué signos se dedica / y a qué grado se halla el Sol. / Las dicciones latinas son / el geroglífico [sic] que lo indica. La clave para interpretar esta inscripción y el reloj de sol al cual acompaña consta en el plano de la ruta, que también se puede consultar y descargar por internet a la página web del Ayuntamiento de Porrera (www.porrera.org ).

Esta ruta es también una buena manera de conocer el pueblo de Porrera y algunos de sus rincones, como el histórico Pont Vell, que ha resistido el embate de varios aguaceros, los Escarrerots, una larga escalera|escala hecha de piedra que enlaza la calle del Puente con la calle Mestre Llurba, los antiguos Lavadores del pueblo o el Mirador de l'Encastell, desde donde se puede contemplar el pueblo desde una perspectiva diferente, así como el paisaje prioratenc.

El misterioso reloj de El Portal.

Saber la hora mirando la paredC.S.

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