Escapadas
Escapadas: El Catllar, un castillo con mucha historia
La fortaleza es propiedad del Ayuntamiento, el cual organiza visitas guiadas por las instalaciones
En el siglo XI, el curso bajo del río Gaià era tierra de frontera entre el reino de los condados catalanes y al-Àndalus. Es por eso que se construyeron varias fortalezas, buena parte de las cuales todavía quedan de pie. Una de las más singulares es el Castelldel Catllar, que había estado en manos privadas hasta que el Ayuntamiento lo adquirió el año 2002. Acto seguido el consistorio llevó a término un ambicioso plan de arreglo y recuperación, y lo convirtió también en un buen exponente para explicar la historia local.
Al fin y al cabo se puede conocer a través de las visitas guiadas en el Castillo que ofrece el Ayuntamiento del Catllar y que permiten recorrer, durante aproximadamente dos horas, la singular estructura de la fortaleza catllarenca. La edificación, de planta casi triangular, cuenta con un cementerio, un perímetro amurallado, dos torres en la fachada principal y un patio central. A través de la visita, sin embargo, el público tiene la oportunidad de entrar en el interior de la fortaleza e ir contemplando las diferentes estancias de la estructura, que si bien se fue modificando mucho con el paso de los siglos, ahora es un compendio de la historia y la vida en época medieval. Documentado en el siglo XI, el castillo habría ido creciendo a partir de una primera muralla y una torre, y también habrían ido cambiando sus funciones, siendo primero una fortaleza de guerra, después la sede del poder fedual, residencia señorial y finalmente un punto de recogida y almacenaje de los tributos locales.
Al fin y al cabo se explica en uncompleto e interesante audiovisual, acertadamente ilustrado, que sitúa al visitante en la época de construcción del castillo y lo acompaña en los cambios, tanto estructurales como de propiedad, que vivió la fortaleza en el transcurso de los siglos XIII en XVI. Durante la visita también se conocen estancias importantes del castillo, como el pozo de hielo y posterior almacén, la bodega, el establo o las zonas destinadas a la recogida de agua o la cocción del pan. Incluso se tiene acceso a la torre que hizo las funciones de prisión.
El Castell, que se encuentra en el mismo pueblo del Catllar, se alza al lado de un poblado fortificado de la Edad de Hierro (s. VII-V a.C.) que se localizó junto a la fortaleza, en una colina cerca del río. Hasta el 14 de junio, las visitas se hacen sábados y domingos.