Sociedad
El consumo de agua del minitrasvase del Ebro en Tarragona creció un 10% el año pasado
El CAT construirá una variante para salvar el «punto negro» de la cañería reventada en la Ametlla de Mar
El consumo de agua del minitrasvase del Ebre en Tarragona creció un 10% a lo largo de 2021 hasta los 70,14 hectómetros cúbicos, según el Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT). Una cifra, según remarca el ente, que todavía está por debajo de los 73,79 hectómetros cúbicos de 2019, antes de empezar la pandemia, y que ha evolucionado al alza estirón por una recuperación del consumo de las industrias –que ha subido uno 22,6%-.
El ente gestor del minitrasvase ha anuncia que construirá una variante por salvar el «punto negro» de la cañería que reventó el 11 de diciembre en la Ametlla de Mar. Según el CSIC, la rotura se produjo fruto de una corrosión por cloruros externos provenientes de agua de riego con salobre, como ya pasó en l'Ampolla en el 2020. El CAT sigue recuperando los niveles de consumo de agua del Ebreprevios a la pandemia, según se desprende de los datos presentados este martes. Si bien el agua dispensada a los ayuntamientos -43,56 hectómetros cúbicos- sólo supuso un incremento del 3,5% respecto de 2021, el consumo industrial subió hasta los 26,58 hectómetros cúbicos, cerca de un 23% más.
«En el 2020 hubo una gran bajada en el sector económico, más que en el doméstico: la recuperación ha sido más alta donde ha habido más descendida donde no hubo tanta», ha apuntado el director gerente del ente, Josep Xavier Pujol, recordando que la caída en la industria llegó a situarse entre un 30 y un 40% del consumo habitual por efecto de la pandemia.
Más allá de la evolución de los consumos, las acciones para garantizar la seguridad del suministro y de la infraestructura del minitrasvase siguen siendo las principales prioridades para los responsables del CAT. Así, y después de que reventara un tramo de cañería a la altura de la Ametlla de Mar el 11 de diciembre pasado cuchilla el suministro durante 30 horas y produciendo afectaciones en propiedades próximas, han anunciado la construcción de una variante de 375 metros de nueva cañería de hormigón armado y de 1,6 metros de diámetro para desviar el actual, considerado como un «punto negro de la red».
Aguas de riego salobres que afectan al hierro
El dictamen del CSIC, que estudió la causa del colapso, ha certificado, como pasó al principio de 2020 en l'Ampolla, que no se trató de un defecto de la cañería. Atribuyen el origen a la corrosión por cloruros externos procedentes del riego por superficie con aguas salobres a lo largo del tiempo el fenómeno. «Han atacado la armadura activa de pretensado y, por un efecto de picadura del hierro, ha disminuido la sección, acumulando roturas de cables, se rompe y pierde la condición estructural de la cañería», ha precisado Pujol.
El proyecto, aprobado por la vía de urgencia, está en fase de licitación y se prevé que esté finalizado en junio después de una inversión de unos 1,1 millones de euros que se suman a los 125.000 euros de las reparaciones y restauración de las afectaciones causadas por el reventón.
Paralelamente, el CAT seguirá trabajando este año en la implantación del sistema de oscultación de la cañería principal, con la instalación de fibra óptica a lo largo de los 85 km del trazado, para monitorizar en tiempo real y en continuo el estado estructural de la cañería para evitar la rotura de espiras de acero y su deterioro. El proyecto tiene un coste de 7 millones de euros y se ejecuta desde el pasado noviembre, con la previsión de que se alargue un año y medio.
También se invertirán 9,9 millones en un segundo depósito de agua cruda en el ETAP de l'Ampolla con 185.000 metros cúbicos de capacidad, que permitirá doblar la capacidad actual y aumentar la garantía de abastecimiento. Con este objetivo se construirá también un nuevo depósito regulador en Vila-seca de 25.000 metros cúbicos y que costará 8,4 millones de euros. Los dos proyectos están en fase de licitación y se adjudicarán en abril. Las obras se alargarán entre trece y diecisiete meses. La previsión, en este ámbito, es invertir unos 40 millones de euros en diez obras que tienen que mejorar la capacidad de regulación y garantía de abastecimiento.
Alginet se desentiende de la reversión
Más allá de las inversiones sin embargo, el presidente del CAT, Joan Alginet, ha querido dejar al margen de los aspectos de gestión del ente el debate social y político en las Terres de l'Ebre sobre la reversión del ministransvasament del Ebro. La Plataforma en Defensa del Ebro la ha vuelto a reclamar este fin de semana. Por su parte, Movemos Terres de l'Ebre quiere ahora abrir el debate al Parlamento planteando un pacto de reversión como lo que se acordó en el caso del Ter con el Área Metropolitana de Barcelona.
«Es una realidad diferente a la nuestra», ha apuntado, recordando que la captación del Ter puede llegar al «70% del caudal del Ter». «En el Ebro hablamos de un 0,7% del caudal que se capta de los dos canales. Partimos de una comparación totalmente diferente. Cuando hablamos de revertir el minitrasvase tenemos que saber exactamente con qué términos lo hacemos y si abrimos un debate, que creo que el Consorcio no tiene que entrar, lo tienen que hacer las fuerzas políticas y los actores socioeconómicos, lo tenemos que hacer de forma coherente, responsable y sabiendo lo que queremos», ha manifestado Alginet.
Apunta que hay que trabajar vías alternativas para aspirar a revertir un servicio de abastecimiento de abastecimiento de agua con riesgos, «con un punto de captación y una cañería unidireccional». Tenemos que trabajar con el territorio para revertir. Pero el debate tiene que ser riguroso y aportdant desde el conocimiento soluciones para avanzar. Si es un debate asociado a un determinado momento político y un objetivo concreto no ayudará. Porque el servicio que presta el Consorcio es garantizar la llegada de un elemento esencial para sobrevivir el territorio, que es el agua. Tenemos que ser conscientes de que lo que hacemos es gestionar un bien escaso», ha insistido.
Publicación de las remuneraciones de cargos políticos
Alginet ha anunciado también que desde este martes mismo la web del CAT publica la agenda institucional del presidente, con las reuniones a las cuales asiste por su cargo, así como las retribuciones detalladas de los miembros del consejo de administración. Este último aspecto ha sido objeto de controversia política los últimos meses, después de que la CUP llevara el caso a los tribunales y el TSJC sentenciara que el organismo tenía que hacer públicas las retribuciones de los sus cargos políticos. La formación denunció hace unas semanas que el CAT no había dado cumplimiento a la sentencia y exigía su publicación.
Según el presidente, el organismo envió al denunciante la información requerida poco después de conocer la sentencia, el 29 de julio pasado, pero ha explicado que el correo electrónico no llegó a su destinatario. Los cupaires pedían también que se hiciera público los sueldos de toda la estructura técnica del organismo. «No hay inconveniente», ha respondido, anunciando su voluntad de hacer efectiva la transparencia al ente, «por compromiso democrático», más allá del cumplimiento de la ley y los mandatos judiciales.