Policial
En la región de Camp de Tarragona se denunciaron 29 delitos de odio y discriminación en el 2021
La mayoría se produjeron en las comarcas del Tarragonès y el Baix Camp
Las denuncias por delitos de odio y discriminación en la provincia de Tarragona han bajado de los 79 el año 2018 en los 32 del 2021, según el balance de la lucha contra los delitos de odio de los Mossos d'Esquadra presentado este miércoles. De estos 32, 29 se han producido en la región del Camp de Tarragona. El año 2020 se denunciaron 52 casos mientras que en 2021 es el periodo con el número de delitos de este tipo más bajo, 29.
Si se mira por comarcas, 11 se han denunciado en el Tarragonès (6 por LGTBI-fobia, 2 por racismo y 3 por orientación política); 11 en el Baix Camp (5 por LGTBI-fobia, 5 por racismo y 1 por orientación política); 5 en el Baix Penedès (3 por LGTBI-fobia y 2 por racismo); 1 en el Alt Camp y 1 en el Priorat por orientación política.
En Cataluña
En global, los delitos de odio investigados en el 2021 bajaron levemente con respecto a las cifras de antes de la pandemia: fueron 496 en el 2021 por 524 el 2019. Por segundo año consecutivo, el tipo de delito de odio más frecuente fue la LGTBI-fobia, con un 44% de los hechos investigados, seguido por los ataques racistas (28%) y los de motivación política (21%).
El año pasado se detuvieron a 116 personas por delitos de odio y 330 quedaron investigadas. De estas últimas, 30 eran niños de entre 10 y 13 años. Y otros 56 adolescentes de entre los 14 y los 17 años. Un 19% del total de investigados eran menores.
«Es una cifra que nos preocupa. No podemos permitirnos que los jóvenes naturalicen estas actitudes», ha dicho la portavoz de los Mossos d'Esquadra, Montserrat Escudé, en la rueda de prensa celebrada este miércoles en la comisaría de Les Corts para presentar el balance de la lucha contra los delitos de odio en Cataluña en 2021.
Para paliar esta situación los Mossos han arrancado un programa para formar a 190 alumnos de ESO de 37 escuelas de Cataluña para que les hagan de enlace entre los alumnos asediados y la Oficina de Delitos de Odio.
Las cifras
Otro dato que preocupa a la policía es el aumento «exponencial» de los delitos de odio relacionados con la LGTBI-fobia. En el 2016 fueron 62. Cinco años más tarde se registran 215, más del triple.
Los Mossos creen que este crecimiento no se debe a que ahora se den más agresiones sino a que las entidades del colectivo LGTBI han hecho un «muy buen trabajo» para que las víctimas se atrevan a denunciar.
En este sentido, Escudé ha dicho que los agresores no son grupos que salgan «de cacería» sino individuos que suelen agredir por su cuenta en contextos de «gratuidad».
Por detrás de los ataques LGTBI-fóbicos quedan los episodios de odio vinculados a discriminaciones raciales (28% del total), que se mantienen estables en la media de los últimos tres años en torno a los 135 casos (141 al 2021).
Los delitos de odio infligidos por orientación política descienden notablemente, de 234 en 2019 a 104 el año pasado, y los Mossos lo achacan a la reciente suavización del contexto político catalán. «A menudo son discusiones verbales y suelen venir en forma de denuncias cruzadas», ha puntualizado Escudé.
Un 80% de las víctimas no denuncia
Una problemática que preocupa especialmente a los responsables de la lucha contra los delitos de odio es la infra-denuncia: «los datos de varias ONG nos apuntan a que hay un 80% de gente que es víctima pero no denuncia», ha explicado Escudé.
De hecho, las denuncias por delitos de odio sólo suponen el 0,1% del total de las denuncias policiales en Cataluña.
Según los Mossos, los motivos para no denunciar son varios pero apuntan sobre todo dos: que la gente no conoce los canales para hacerlo o piensan que la policía no les creerá. Sobre este último motivo, la portavoz de los Mossos ha señalado que la administración «tiene trabajo que hacer».
Otra cosa que sorprende es el bajo índice de denuncias sobre ataques de odio producidos en las redes sociales. «A nivel policial, las denuncias son mínimas», ha ilustrado Escudé, quien cree que el problema es que la gente tiende a «minimizar» las cosas que ocurren en el mundo digital.
190 alumnos referentes contra el acoso
Dado que uno de los ambientes que más inquieta a la policía es el ámbito escolar -un 11% de las víctimas de los delitos de odio de 2021 eran menores de edad- los Mossos d'Esquadra han puesto en marcha un programa para tener alumnos que hagan de enlace entre los posibles chicos asediados y la policía.
«Los Mossos nos dimos cuenta de que la típica charla preventiva que dábamos a los alumnos tenía un efecto limitado», ha explicado Escudé. Por eso pensaron en este sistema que llaman peer-to-peer (colega a colega, en la traducción inglesa), donde están los alumnos del centro quienes podrán ayudar a sus compañeros en las situaciones de acoso.
Los centros que quieran acogerse a este programa -de momento ya se han inscrito 37 escuelas- elegirán a una serie de alumnos «especialmente sensibilizados» con la problemática. Estos chicos, que serán de 1º y 2º de ESO, recibirán una formación específica por parte de los Mossos y después ellos mismos darán una charla al resto de alumnos de la escuela o el instituto.
La idea es que sus compañeros, aprovechando el vínculo de confianza que pueden tener con un igual y que no tendrían con un adulto, acudan a estos alumnos referentes de acoso para explicarles su situación o pedirles consejo. Si el contexto lo requiere, el alumno referente podrá exponer la situación al tutor y, si fuera necesario, incluso denunciar los hechos en la Oficina de Relación con la Comunidad de los Mossos d'Esquadra.
El objetivo es que a finales de este curso ya haya 190 alumnos formados y el alcance del programa afecte a 1.000 estudiantes de las escuelas catalanas.
«Es una medida que creemos que puede funcionar muy bien en un entorno donde el odio es un problema grave», ha sentenciado la portavoz de los Mossos.