Sanidad
Tarragona tiene problemas para cubrir las plazas de los médicos jubilados
Ente los próximos cinco años se jubilarán 460 médicos y «no se podrán cubrir estas plazas», según el secretario del COMT
Las listas de espera en la demarcación de Tarragona podrían aumentar de manera considerable en los próximos diez años. Y es que, según los datos del Colegio de Médicos de Tarragona (COMT), en los próximos cinco años se jubilarán más de 460 médicos y en diez años la cifra podría sobrepasar los 800, unas plazas que no se podrán cubrir con las plazas de residencia. Cada año, las regiones sanitarias del Camp de Tarragona y Terres de l'Ebre abren 100 nuevas plazas de residentes, lo que supone 500 plazas cada cinco años. De estos, sin embargo, un 8% acaban abandonando, y, al finalizar la residencia, un 30% se acaba marchando a otra región sanitaria, según explica el secretario del COMT, el doctor Manuel Carasol. «En Tarragona tenemos la particularidad que, sólo el 20% de los residentes son catalanes, el 60% procede del resto del Estado español y el 20% restante es de fuera, son médicos extracomunitarios», apunta Carasol. Eso deja una situación muy complicada en la atención sanitaria en la demarcación.
Esta situación es todavía más compleja si se tiene en cuenta sólo la región sanitaria de las Terres de l'Ebre. Al ser una zona que limita con la Comunidad Valenciana y Aragón, «muchas de las plazas de residencia se cubren con licenciados de estas dos zonas que, al acabar sus años de formación, vuelven a su casa, donde encuentran mejores ofertas de trabajo», explica el secretario del COMT. «Es complicado cubrir las plazas en una zona con pocos hospitales de referencia y que está más despoblada que el Camp de Tarragona», añade.
Según apunta Carasol, el COMT registra más altas que bajas pero, en la mayoría de los casos, se trata altas de médicos extracomunitarios, es decir que tienen el título de medicina pero que no pueden homologar su especialidad a España y, por lo tanto, no pueden ejercer de especialistas.
Falta de especialistas
Actualmente, según datos del COMT, el 80% de las plazas que hay en la demarcación son de especialidad sin embargo, en cambio, «los médicos que pueden empezar a trabajar no tienen la especialidad y, por lo tanto, nos sobrecargamos de profesionales que el sistema no necesita y que acaban cubriendo plazas de urgencias o de atención continuada, pero no las de especialista», se queja el doctor Carasol. Para dar sólo un dato, el Hospital de Móra d'Ebre prevé que, en los próximos cinco años, el 80% de los especialistas de plantilla se jubilará y todavía no se sabe cómo se podrán cubrir estas plazas. Otro dato significativo que aporta Manuel Carasol es el de los dos proveedores concertados más importantes en la zona, Sagesa y la Red Santa Tecla: «Ahora mismo tienen 35 plazas vacantes de especialista sin cubrir y la única solución que hay es sobrecargar la agenda de los especialistas y hacer filigranas para poder atender a todos los pacientes». Esta situación, que comparten también los centros del InstitutCatalà de la Salut, «implica que las listas de espera sean cada vez más largas», comenta Carasol.
Estas listas de espera se acaban traduciendo en crispación por parte de la población, que no se siente bien atendida. «Mientras hemos sido centrados en la pandemia de la covid, la población ha entendido que estábamos colapsados y no se ha quejado, todo el contrario, nos aplaudía. Ahora, sin embargo, la gente no tiene fácil acceso a la sanidad y necesita continuar con los tratamientos por patologías crónicas, necesita seguir con las intervenciones programadas... y el sistema no puede absorvir esta demanda». La consecuencia directa de esta demanda no solucionada es un aumento de las amenazas, agresiones verbales e incluso físicas hacia el personal sanitario.
Más agresiones
De hecho, según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, las agresiones registradas en la demarcación de Tarragona durante el año pasado triplican las de años anteriores y se sitúan en las 145. De estas, 110 se hicieron contra mujeres y 35 contra hombres. De las agresiones contra el personal sanitario femenino, 35 provocaron lesiones físicas y 75 psíquicas. En el caso del personal masculino, en cambio, las 35 agresiones se registraron en el ámbito psíquico y ninguna de ellas supuso lesiones físicas. La mayoría del total de agresiones recibidas tanto por hombres como por mujeres, concretamente 92, tuvieron lugar en Centros de Atención Primaria, 41 se registraron en hospitales, dos en urgencias de atención primaria y el resto en otros ámbitos.
Para el secretario del COMT, la situación empieza a ser preocupante y la administración, que es conocedora de estos datos, no ha encontrado ninguna solución de momento. Carasol es consciente de que no es fácil encontrar soluciones a corto plazo pero cree que, si uno no se pone manos a la obra, la situación en las comarcas tarraconenses puede acabar siendo muy complicada y suponer un importante poblema en el ámbito de la atención sanitaria.